Con el final del verano y la llegada del otoño 2022 los efectos de “La Niña” sobre el continente Sudamericano se irán reduciendo

Debido a la acción conjunta de “La Niña”, los vientos polares y el calentamiento del Atlántico Tropical y Subtropical, durante Diciembre de 2021 y la primera quincena de Enero de 2022 el escenario climático 2021/2022 atravesó su etapa crítica con inusitado vigor. Las áreas donde la acción de dichos factores es negativa, como el este del Paraguay, el sur del Brasil, la mayor parte de La Argentina y el Uruguay se vieron perjudicados por la reducción del transporte de humedad que provoca “La Niña” al debilitar el funcionamiento del anticiclón del Brasil, provocando extremos de calor y sequía, que afectaron negativamente la evolución de la cosecha gruesa.

Las áreas donde la acción de estos factores es positiva, como La Amazonia Brasileña, el Cerrado Brasileño, Bolivia y el NOA observaron precipitaciones abundantes, aunque muy irregulares, y un régimen térmico con grandes oscilaciones, debido a la vigorización del transporte de calor y humedad, desde el Ecuador hacia esas regiones, provocado por el aumento de la velocidad de los vientos Alisios que acompaña al fenómeno de “La Niña”.

Una medida de la magnitud del fenómeno fue que algunas áreas, donde su acción suele ser positiva, como el Chaco Paraguayo y el oeste de la Región del Chaco Argentino, sufrieron fuerte sequía y temperaturas extremas. Afortunadamente, a partir de la segunda quincena de enero de 2022, se reactivaron las lluvias y se moderaron las temperaturas, conteniendo el impacto sobre la cosecha gruesa, proceso que continuó a lo largo de Febrero y lo que va de marzo. Este cambio favorable no se debió a que los factores perturbadores redujeron su intensidad. Contrariamente, los ya nombrados conservan gran parte de su vigor, y recientemente se les sumó el avance hacia el norte de la corriente marina fría de Malvinas, enfriando el litoral atlántico sur.

La causa de la mejora en la marcha del clima reside en que, a partir de abril, aunque “La Niña” se mantenga vigorosa, sus efectos sobre el Hemisferio Sur disminuyen, y pasan a sentirse en el Hemisferio Norte, donde afectan a la temporada primavera-verano de ese Hemisferio. De hecho, varias fuentes prestigiosas están anunciando la posibilidad que, tanto los EE.UU., como gran parte de Europa, incluyendo su porción oriental, observen una temporada primavera-verano del Hemisferio Norte con lluvias deficitarias y temperaturas muy por encima de lo normal.

El inicio del invierno 2022 marcará el final del año climático 2021/2022 y el comienzo del año climático 2022/2023. Dado que el signo del fenómeno de “El Niño/Neutral/La Niña”, de cada campaña agrícola, suele definirse hacia el comienzo del invierno, por el momento no es posible asegurar cuál será el de la temporada 2022/2023, debido a lo cual las versiones que circulan son contrastantes. La que ha recibido mayor publicidad es la difundida por la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera de los EE.UU. (NOAA, USA), que prevé una vigorosa reactivación de “La Niña” durante los próximos meses, alcanzando su pico de acción entre Mayo y Junio, afectando severamente a los cultivos del Hemisferio Norte. Hacia el comienzo de la primavera la intensidad del fenómeno disminuiría, pero manteniéndose dentro del rango de “La Niña”, afectando a la agricultura Sudamericana por tercera campaña consecutiva.

En el otro extremo, se presenta la versión difundida por el Servicio Meteorológico Australiano (BOM, Australia), una autoridad muy respetada en el tema, que prevé un lento calentamiento del Pacífico, pasando a un estado de “Neutral Cálido” hacia mediados de invierno, y pudiendo llegar a un “El Niño” durante la primavera próxima. En este escenario, la agricultura del hemisferio norte sólo sería levemente afectada, y la agricultura del Hemisferio Sur evolucionaría hacia un escenario favorable (“Neutral Cálido”) a muy favorable (“El Niño”). Por el momento no se cuenta con indicadores que permitan asegurar cuál de las alternativas descriptas será la que se observe durante la temporada 2022/2023, pero teniendo en cuenta que la mayoría de los centros climatológicos más prestigiosos apoyan la previsión hecha por el Servicio Meteorológico Australiano, pueden señalarse sus probabilidades estadísticas de ocurrencia: • “El Niño”: Probabilidad 10%. • “Neutral Cálido”: Probabilidad 50%. • “Neutral Frío”: Probabilidad 35 %. • “La Niña”: Probabilidad 5 %. Teniendo en cuenta dicha estadística, el presente informe fue elaborado en la hipótesis que la campaña 2022/2023 se desarrollaría en un escenario climático “Neutral Cálido” que, a la fecha, se presenta como el más probable.


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Aunque este escenario traería lluvias moderadamente superiores a lo normal a la mayor parte del Cono Sur, debe tenerse en cuenta que, el retorno de los vientos polares, el enfriamiento del Litoral Atlántico Sur y la persistencia del calentamiento del Océano Atlántico Tropical y Subtropical, muy probablemente provocarán una amplia franja de sequía en el interior del Continente, a la vez que determinarán una temporada de heladas más larga e intensa que lo normal.

Como conclusiones puede señalarse que:

  • En lo referente a la etapa final cosecha gruesa 2021/2022 el escenario climático ha pasado a mostrar condiciones hídricas favorables, que llegaron tarde para los lotes que ya formaron su rendimiento, pero todavía pueden beneficiar a los que aún lo están haciendo. No obstante, estos últimos tendrán que afrontar el riesgo de heladas otoñales tempranas, que podrían ser provocadas por la vigorización de los vientos polares que está comenzando a observarse.
  • En lo que hace a la cosecha fina 2022/2023, es probable que las condiciones generales sean favorables, con precipitaciones moderadas y abundante frío, pero es de temer que el interior de La Argentina desarrolle importantes focos de sequía, y que se presenten heladas primaverales algo tardías.
  • En cuanto a la cosecha gruesa 2022/2023, el escenario climático apunta a condiciones favorables (Neutral Frío) a muy favorables (“El Niño”), pero por el momento no es posible asegurarlo con certeza.
  • Muy probablemente la bajante de los ríos se prolongue a todo lo largo del otoño y el invierno próximo, alcanzando un estiaje muy severo en septiembre próximo, y que recién hacia mediados de la primavera próxima comience a recuperarse

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Fuente: Bolsa Cereales de Buenos Aires

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