El presidente de la Cámara de Diputados dijo que “los trapitos sucios se lavan en casa; si tengo un debate para dar, va a ser puertas adentro”. Así, apelando a esa metáfora popular, evitó dar su punto de vista, en el marco de las diferencias internas del bloque oficialista del Frente de Todos (FdT) en la Cámara Baja, respecto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mientras también busca conseguir el apoyo de la oposición.
En declaraciones a Radio 10, Massa también evitó pronunciarse sobre la postura de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, y la de su hijo, el diputado nacional Máximo Kirchner, con quien mantenía una fluida relación, mientras el legislador y jefe de la agrupación La Cámpora presidía el bloque del FdT en Diputados. Tampoco quiso anticipar si es posible que se voten separadamente el financiamiento -que acompañará Juntos por el Cambio (JxC)- y el programa económico.
“Cuando estás en situaciones como esta, hay debates que los das cuando las terminás de saldar. En mi caso, por mi rol, mi responsabilidad, en este momento mi análisis o mi cabeza está puesta en que tengamos la mejor ley, que la Argentina tenga la herramienta para avanzar con el ‘board’ del Fondo y que de, alguna manera, consigamos el mayor nivel de consenso”, sostuvo Massa al referirse a las tensiones en el FdT.
Ante la incógnita sobre la posición que adoptará Cristina Kirchner y su relación con ella, dijo: “tengo un trabajo semanal fluido en mi rol de presidente de la Cámara y ella, en su rol de presidenta del Senado. Hoy está el tiempo de Diputados y, si conseguimos respaldo para avanzar en la aprobación, cuando llegue la tarea del Senado cada uno de los senadores fijará su opinión. No me gusta ponerme en vocero de otro, como no me gusta que hablen en nombre mío”, señaló Massa.
El mismo criterio empleó al responder sobre Máximo Kirchner, quien dejó la presidencia de la bancada oficialista en Diputados, disconforme con el acuerdo con el FMI y con fuertes críticas al ministro de Economía, Martín Guzmán: “Yo no hablo en nombre de terceros, no es mi área. No soy quién para señalar, no es mi rol. Me parece que si hay algo que tenemos que aprender todos es a tolerar las diferencias”, opinó Massa.
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Al mismo tiempo, minimizó los matices en el FdT y recordó cuando los legisladores del Frente Renovador votaron en contra de la reelección de los intendentes, apoyada por otra parte del espacio. “No hay que dramatizar las diferencias, hay que saber metabolizarlas”, sostuvo el titular de Diputados.
Y agregó que “el Frente de Todos tiene que aprender a construirse y a debatir en la idea de la unidad en la diversidad. Entender que hay temas en los que podemos opinar distinto”. Más allá de tolerar las diferencias, Massa quiso dar una imagen de solidez en el tema de la deuda. “Trabajo con la colaboración de todos los sectores para que la Argentina no entre en default. Y cuando digo ‘todos los sectores’, digo todos los sectores”, remarcó.
Respecto de la votación en el recinto de Diputados, que se espera para el final de esta semana, se mostró esperanzado: “estoy tranquilo de que el sentido común y la racionalidad le van a dar a la Argentina una ley para resolver esta deuda”, dijo Massa. Más allá que los legisladores del Frente Patria Grande, que responde al dirigente social Juan Grabois en el FdT, ya anticiparon su voto negativo y que otros votos del oficialismo no están confirmados, Massa tiene otra negociación abierta para convencer a la oposición. Sucede que mientras los principales referentes de JxC ya anticiparon que acompañarán el financiamiento, al mismo tiempo fustigaron el programa económico.
Respecto de si es posible que cada uno de esos temas se voten por separado, Massa dijo:
“Me parece que anticiparse es estar pre imponiendo condiciones a los propios o a los extraños. Yo tengo que encontrar ese punto de equilibrio para todos, tengo la responsabilidad del equilibrio y tal vez mis propios fracasos, frustraciones y errores me enseñaron a no querer anticiparme, a no querer comerme el postre antes de la entrada”, graficó.
Massa, además de enfatizar su diálogo permanente con todas las expresiones del Parlamento y con las observaciones de cada bloque destacó que estuvo en contacto con el staff técnico del FMI, para tratar de “encontrar un equilibrio entre lo que la Argentina necesita y lo que las distintas fuerzas proponen”.
“Estamos resolviendo un problema enorme que, irresuelto, para la Argentina se transformaría en un drama”, aseguró el titular de Diputados. “El desafío nuestro -sostuvo- es cumplir con mostrar buena fe como deudores y con los compromisos que se establecen en ese contrato. Sabiendo que es un tema absolutamente desagradable desde el punto de vista político y personal. Siempre es una situación amarga, no es una situación elegida por el Gobierno, pero existe. La tenemos que afrontar con responsabilidad y buscando el mayor nivel de consenso, para darle una solución a los argentinos”, manifestó.