Maximizando el rendimiento y calidad del trigo con genética y nutrición

Bunge y DONMARIO Semillas trabajan en conjunto para la elección de genotipos y modelos de fertilización.

El análisis y la incorporación de tecnología en la producción agropecuaria es un desafío constante, que se vuelve más complejo al agregar además de variables productivas, los aspectos de calidad y ambiente.

Para alcanzar altos niveles de producción y aumentar la calidad en trigo, es fundamental la generación de información de base a fin de desarrollar tecnologías de campo y generar modelos integrados de fertilización que consideren tanto la oferta de nutrientes del suelo, como los requerimientos según las características de los distintos cultivares. “La introducción de genotipos modernos transformó la realidad productiva del trigo, ampliando el horizonte de rendimiento en muchas regiones y modificando los parámetros de calidad”, expresó Jerónimo Costanzi de DONMARIO. Por su parte Matías Saks de Bunge agregó “Desde el principio entendíamos que del dilema: “rendimiento vs calidad” podíamos salir ajustando la fertilización. Así fue como iniciamos un trabajo conjunto para abordar la solución del problema y poder contar con información precisa respecto de la fertilización para cada uno de cultivares de DONMARIO”.

Ambas empresas decidieron unir esfuerzos realizando una red de ensayos que luego de 5 años de experiencias y más de 700 parcelas repartidas en las distintas regiones productivas ofrece una cantidad de información que les permite generar recomendaciones que contemplen oferta de nitrógeno para cada una de las variedades de DONMARIO Semillas.

Rendimiento y Calidad: Genética + Manejo + Ambiente

Una de las primeras hipótesis de trabajo fue demostrar que con un adecuado manejo de la oferta de nitrógeno (N) se lograrían lotes con mayores rendimientos y una mejora en calidad para la comercialización. Los resultados fueron contundentes y remarcan que, realizando la oferta adecuada de nutrientes en genotipos de alto potencial de rendimiento, es posible mejorar productividad junto con la calidad comercial de los granos de trigo.

La interacción entre genotipo y oferta de nitrógeno fue muy importante. “Las parcelas muestran que en algunas variedades logramos un óptimo de rendimiento con 30-35 kg/ha de N (contemplando suelo y fertilizante) por tonelada de rendimiento. En cultivares como DM Audaz, DM Sauce y DM Pehuén, ese nivel de oferta de nitrógeno es suficiente para optimizar el rendimiento y generar una proteína superior a 10% en más de un 60% de los casos. Otros cultivares tienen mayores requerimientos, como el caso de DM Algarrobo donde necesitamos 35-40 kg de N por ton. de rendimiento para lograr una alta posibilidad de superar el 10% de proteína”, sostuvo Jerónimo Costanzi. De esta manera, conocer mejor esta interacción lleva a tomar mejores decisiones y optimizar el resultado económico.


Lee también

Pronóstico para septiembre, octubre y noviembre 2021


“Una aplicación vs dos aplicaciones”

Los requerimientos de nitrógeno de estos planteos son altos y llevan a aplicar altas dosis de fertilizante nitrogenado. Trabajar altas dosis de N sin perder eficiencia es un desafío ya que si se pierde eficiencia se pierde rentabilidad y al mismo tiempo aumenta el impacto ambiental. “En la red comparamos una aplicación de nitrógeno realizada a la siembra contra las mismas dosis dividida en dos momentos (50 % siembra y 50 % macollaje)” comentó Jorge Bassi de Bunge. “Los resultados indican que en dosis bajas y medias no existe un beneficio en dividir dosis, aunque se registre una leve ventaja en una sola aplicación, pero trabajando con aplicaciones superiores a los 100 kg/ha de N empiezan a aparecer diferencias significativas”.

Los resultados arrojaron una premisa sorprendente. “La oferta de nitrógeno óptima varió fuertemente, entre las dos formas de aplicación, con una aplicación la respuesta saturaba entre 165 a 180 kg/ha de N mientras que con dos aplicaciones lo hacía con 15-30 kg/ha más de N (entre 180 y 220 kg/ha de N), dependiendo de las variedades implicadas”, remarcó Matías Saks.

Esta línea de investigación es una gran contribución en cuanto a la información necesaria para optimizar la productividad de las variedades en cada uno de los lotes en producción. “Los productores en este momento están ajustando las dosis a aplicar en sus lotes y es muy interesante que manejen con precisión esta práctica tan importante como lo es la fertilización nitrogenada en trigo”, cerró Jerónimo Costanzi.

 

Fuente: BUNGE

MÁS INFO PARA TU CAMPO ENTRÁ AQUí