Cultivares de avena en 25 de Mayo, campaña 2020

El objetivo de este trabajo es comparar la producción de forraje para pastoreo de cultivares de avena, en un suelo franco-arenoso y clima templado húmedo del centro de la provincia de Buenos Aires.

Uno de los factores que afecta la producción de materia seca en la avena es la variedad empleada. Cada cultivar posee un potencial productivo que podrá expresarse según el suelo y el clima en que se encuentra. Conocer el comportamiento de las variedades de avena en las condiciones ambientales propias de producción, es de utilidad al momento de elegir los materiales. El objetivo de este trabajo es comparar la producción de forraje para pastoreo de cultivares de avena, en un suelo franco-arenoso y clima templado húmedo del centro de la provincia de Buenos Aires.

Materiales y métodos

El ensayo se realizó en la Escuela M.C. y M.L. Inchausti ubicada en la localidad de Valdés, partido de 25 de Mayo, Buenos Aires (35º 37’ 1,87” S – 60º 32’ 29,65” O). El cultivo antecesor fue maíz para silo y el suelo un Hapludol Típico con 2,1 % de materia orgánica, 11 mg kg-1 de fósforo extractable y pH de 6. Previo a la siembra se aplicó 2 kg ha1 de glifosato 74 % y 700 ml ha-1 de aceite antievaporante. El diseño del trabajo fue en parcelas apareadas de 6,9 m de ancho y 100 m de longitud para cada variedad (Foto 1). La avena se sembró en directa el 24 de marzo, con una distancia entre surcos de 23 cm y densidad objetivo de 300 plantas m-2. Al momento de la siembra se fertilizó en la línea con 100 kg ha-1 de superfosfato triple (0-46-0) y aproximadamente un mes después con 100 kg ha-1 de urea (46-0-0). A principio de mayo se aplicó 500 ml ha-1 de 2,4D; 120 ml ha-1 de dicamba, 500 ml ha-1 de aceite y 100 ml ha-1 de humectante.

Se registraron las precipitaciones (Tabla 1) y las temperaturas máximas y mínimas durante el ciclo del cultivo (Tabla 2).

Para la evaluación del ensayo se efectuaron cortes manuales el 18 de mayo, 14 de julio, 24 de agosto y 21 de septiembre. En cada uno se estimó la producción de forraje a partir de la cuantificación de la materia verde disponible y remanente (método de las diferencias), obteniéndose una muestra compuesta a partir de tres submuestras de 0,35 m2. De cada muestra se extrajo 100 g para medir el contenido de materia seca (MS) en horno microondas

Resultados

Atribuido a la escasez de precipitaciones durante el invierno (Tabla 1), el promedio de producción de forraje total del ensayo (4.602 kg MS ha-1) fue inferior con respecto a campañas donde las lluvias fueron próximas a las medias históricas. Por ejemplo, en el año 2017 y 2018 la producción de forraje total promedio de todas las variedades fue 5.147 y 6.837 kg MS ha-1, respectivamente (Masci et al., 2018; Masci et al., 2019). Los cultivares Paloma, Marita, Julieta, Maná, Carlota, Graciela y Lucía mostraron una producción forrajera total superior al promedio de todos los materiales (Figura 1). Sin embargo, en cada época del ciclo del cultivo se destacaron distintas variedades, esto es de utilidad al momento de programar cadenas forrajeras. En otoño, el cultivar de mayor rendimiento fue Fu 15 con 2.156 kg MS ha-1. En invierno, Paloma y Marita mostraron una producción superior que el resto de los materiales con 3.291 y 3.053 kg MS ha-1, respectivamente. En principio de primavera se destacó Lucía y Julieta con 464 y 446 kg MS ha-1, respectivamente.

Conclusión

Bajo la tecnología de manejo, condición edáfica y meteorológica en que se desarrolló la evaluación, se observó un comportamiento diferencial de la producción forrajera para pastoreo, destacándose distintos cultivares en cada estación del año. La variabilidad de 0 1000 2000 3000 4000 5000 6000 Materia seca (kg ha -1 ) Cultivares 21-sep 24-ago 14-jul 18-may producción de forraje total y parcial, conduce a la necesidad de optar por uno o más cultivares según el objetivo del establecimiento ganadero.

 

Fuente: INTA por Jorge Luis Zanettini, Cristian Corbetti, Valeria Ruquet, Carlos Masci

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