TRIGO: Conclusiones de campaña y recomendaciones para la próxima

Previo a la siembra del cultivo de trigo se realiza la difusión de los resultados de la campaña anterior. En este informe se detallan los resultados de la campaña 2019 y se detallan algunas herramientas a considerar para realizar un buen manejo del cultivo y prever su comportamiento en la próxima campaña.

La campaña 2019 de trigo fue fría y  con lluvias inferiores a la media histórica. Los registros de temperatura fue templada a fría de mayo a octubre inclusive, y no se registraron daños por heladas.

Las precipitaciones fueron muy escasas, particularmente en los meses de agosto y setiembre. Esto impactó al período crítico del cultivo y gran parte de la etapa de llenado de grano se desarrolló con déficit hídrico. Esta situación fue registrada en el noreste de la provincia. Sin embargo, en el departamento 9 de Julio, la situación hídrica fue diferente por efecto de las inundaciones ocurridas previamente a la siembra del trigo.

En el aspecto sanitario, la incidencia de roya de la hoja y roya del tallo fue baja, pero alta la presencia de la roya amarilla. A esta se la observó en variedades susceptibles desde el estado de 2 a 3 nudos en tallo principal (15/8) hasta HB-1.

Se obtuvieron buenos rendimientos, entre 1500 y 3800 kg ha. Los granos presentaron buen peso de mil granos, valores medios a bajos en porcentaje de proteínas y bajo peso hectolitrito.

Este resumen sirve para describir las condiciones ambientales de la campaña 2019 y la respuesta de los cultivares a las condiciones ambientales de la misma. Las variables arriba mencionadas (temperatura, precipitaciones y humedad relativa) son las llamadas variables impredecibles que determinan el efecto añoefecto año/ localidad.

Es decir, tenemos información sobre la campaña pasada, pero no certezas de lo que sucederá en la próxima. Se analizan entonces las series históricas locales y pronósticos extendidos en base a diversos modelos, entre otros. Estas herramientas nos permiten prever el comportamiento de esas variables.

Una segunda categoría son las variables predecibles: el tipo de suelo, fecha de siembra, distanciamiento, densidad de plantas por unidad de superficie, fertilizantes, entre otras. Estas establecen el efecto localidad, efecto manejo. Es decir que, son aquellas variables en las que productores y técnicos debemos cumplir un rol protagónico, a través de cómo  manejar el cultivo. Para esto se deben adecuar sus requerimientos, a la mejor oferta ambiental, y esto ligado a esas variables impredecibles. De esta manera, se favorecería el crecimiento del cultivo, por ende, el rendimiento, entre otras.

 

Fuente: INTA por Ana María Brach

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