Mercados descontrolados, demandas llevadas a sus mínimos, y costos muy difíciles de definir en el plano local. Cambian hábitos de consumo. El Paraná sigue bajando a niveles inéditos.
…que, mientras finalmente casi se logra completar el primer turno de vacunación antiaftosa en el país, a pesar de las restricciones, el mercado ganadero sigue alterado también por los cambios, en especial, en el plano de las exportaciones que ahora se derrumbaron, en especial, las de cortes más caros, como los que van a Europa. Para compensar, el tibio reingreso de China al mercado internacional da algún aliento a la producción local, jaqueada este año por la pandemia, el clima, y el contexto económico interno que impide proyectar la actividad. Como si fuera poco, la bajante inédita del Paraná, producto de la escasez de lluvias también en las cuencas de origen, en Brasil, está complicando adicionalmente las operaciones de exportación, ya que directamente los Panamax (los grandes graneleros) no pueden salir con cargas completas ni siquiera por el Canal de la Hidrovía, y deben completar en Quequén y Bahía Blanca que, a su vez, no cuentan con la cantidad de mercadería requerida lo que encarece adicionalmente la logística. La situación recién comenzaría a ordenarse a mediados de mayo, tras las lluvias (torrenciales) que se esperan en unos días más a lo largo de toda la cuenca, pero que recién mejorarían la altura del Paraná en los puertos de up river, en 3-4 semanas.
Fuente: ambito.com | Por: Susana Merlo