Producción de harina de trigo sin uso de agroquímicos en el Módulo Agroecológico Extensivo de la EEA INTA Oliveros, Santa Fe

En este artículo se abordará la producción de harina de trigo agroecológica llevada adelante en la campaña 17-18, continuando con el trabajo iniciado a finales del 20151 con el objetivo de contribuir a la producción extensiva agroecológica mediante procesos territoriales, implementando una propuesta de transición que incluye la producción primaria, la organización, el agregado de valor y la comercialización, en un marco de participación social.

El proceso se enmarca en generar ámbitos de participación y formas organizativas que contribuyan al desarrollo territorial mediante el manejo integral de los recursos naturales, el agregado de valor, canales de comercialización y participación social. El módulo agroecológico está planificado como sitio de estudio descriptivo/observacional en sistema mixto con agricultura y ganadería. Se planificó el diseño del sistema productivo en base al incremento de la bioestructura y biocenosis del suelo, y aumento de la biodiversidad productiva y funcional. El rediseño del sistema implicó, en primera instancia, la instalación de cortinas forestales mediante la plantación de algarrobos y álamos y la siembra de un corredor biológico con especies umbelíferas, crucíferas, leguminosas y alforfón –Fagopyrum esculentum–.

En cuanto a las prácticas productivas el eje es la mejora de suelo, desde el concepto de suelo vivo, mediante la incorporación de materia orgánica. El enfoque sistémico permite la comprensión y dimensionamiento del suelo como sistema viviente, como un todo y sus características son propie¬dades que emergen de las redes de interacción de las partes, no explicables por ninguna de ellas (Sánchez de P 2003; Sánchez de P et al. 2007) Para ello, se planificó una secuencia de cultivos (Tabla 1) que incluye: pasturas permanentes; cultivos de cobertura (avena –Avena sativa–, vicia –Vicia spp–, centeno –Secale cereale–); cultivos polifíticos; verdeos de verano (sorgo forrajero –Sorghum vulgare–, moha –Setaria itálica–); cultivos de gramíneas y leguminosas, con preferencia de aquellas especies con mayor factibilidad de incorporar valor agregado a nivel local (Tabla 1). La ganadería se incorporó a través del pastaje en el módulo, de la hacienda del campo de producción. El pastoreo se realiza con alta carga con animales de categoría de recría. Conjuntamente, se trabaja fuertemente en adaptar maquinarias a estos sistemas productivos, para lo cual se adecuó un rolo faca y se evalúa el uso del sistema BES – Agroseri.

 

La propuesta de comercialización consiste en agregar valor a través de la transformación de la materia prima y, de esta manera, captar el diferencial de intermediación, realizando una comercialización de cercanías de alimentos sin agroquímicos en espacios de consumo responsable, en el marco del desarrollo local que propone la agroecología; esto posibilitaría incrementar el ingreso de los distintos participantes del sistema.

Como experiencia piloto se realizó la molienda del trigo producido en el módulo, a través de un molino comercial de la ciudad de Casilda. Resulta clave poder contar con experiencias validadas en molienda de cereales con sistema de martillo, y la posibilidad de mantener el valor biológico dado por el germen del grano a través de harinas integrales, al momento de pensar estrategias de diversificación en la propuesta productiva. Conjuntamente como dispositivo socio-organizativo, se continuó con el trabajo interinstitucional y multisectorial con el propósito de gestionar acciones tendientes al desarrollo territorial en la localidad de Oliveros, permitiendo canalizar inquietudes sobre distintos temas del ámbito social, ambiental y económico. Los actores convocados pertenecen a la sociedad civil, al sector público y al sector empresarial. Son diecinueve las instituciones involucradas en el proceso conformando el colectivo denominado “Oliveros en red”, con un abordaje multitemático.

 Desarrollo

La siembra se realizó en un lote que tenía como antecesor un cultivo de soja y sorgo forrajero para pastoreo.

Posterior al último pastoreo, se realizó una labor de control mecánico para malezas de invierno con un implemento de arrastre montado sobre un bastidor que realiza un corte subsuperficial del suelo, con rejas tipo pie de pato que van paralelas al mismo y realizan un corte en el cuello de las plántulas debilitando o deteniendo su crecimiento permitiendo, de esta manera, el establecimiento de los cultivos a la siembra y la disminución de la posterior competencia en el ciclo. A su vez, mantiene la cobertura del suelo y favorece la aireación e infiltración del agua en suelos compactados. La empresa Agroseri que diseñó el implemento es de la provincia de Chaco, por lo que se pretende validar el uso del mismo en la zona de influencia de la EEA INTA Oliveros en áreas del periurbano y con características edafoclimáticas y productivas diferentes.

En cuanto a la validación de la herramienta se está evaluando su adaptación a la zona, a las condiciones óptimas de humedad de suelo y condiciones ambientales posteriores al pasaje de la maquina, así como también la regulación de la profundidad de trabajo y su efecto sobre la estructura del suelo en Argiudoles típicos. También se pretende evaluar la efectividad en el control de diferentes malezas. La gran ventaja de este sistema es poder producir sin uso de agroquímicos en zonas de exclusión y contar con una herramienta de fácil adopción o fabricación, ya que puede ser montada sobre implementos o bastidores en desuso (Secuencia de fotos 1). La siembra se realizó a principio de junio utilizando un trigo de ciclo intermedio largo Klein Serpiente, con una densidad de siembra 180 kg/ha sembrado a 0.21 cm y cruzado.

Las labores posteriores a la siembra fueron la aplicación de biopreparados: extracto fermentado de ortiga como fertilizante biológico, decocción de cola de caballo como preventivo de hongos y sulfato de cobre como curativo de hongos. (permitido para la producción orgánica RES. 374) La cosecha se realizó a fines de noviembre con un rendimiento de 26.5 qq/ha (Foto 2). Se cosechó con una humedad de 11,6 % y se envió una muestra a la EEA INTA Marcos Juárez para la evaluación de calidad panadera. A continuación, se muestra la tabla comparativa de valores para la misma variedad en ambos sistemas de manejo (agroecológico y convencional).

Estrategia de transformación y comercialización

Se realizó una indagación exploratoria de espacios, organizaciones, comercios que se dedican a la transformación y venta de productos agroecológicos; con esa información se inició una base de datos y, al indagar sobre sus estrategias, se reconocen distintos grados de desarrollo. Se observa un grado bajo de formalidad que dificulta los procesos de transformación y venta por canales convencionales. Así, se abre una vacancia en este tema para investigarlo en profundidad, sobre todo cuando la producción es extensiva y los volúmenes a comercializar no llegan a ser de una producción convencional, pero exceden la producción de pequeña escala.

Los molinos comerciales y las cooperativas se constituyen como una posibilidad cierta pero los volúmenes de producción son una limitante aquí, además de que deberían desarrollar una línea de transformación específica para la producción agroecológica. En la zona hay diversas experiencias agroecológicas productivas que realizan la molienda en sus propios establecimientos, vendiendo su producción en canales directos de venta. Dada la necesidad de encontrar la viabilidad para que un productor encuentre dónde ubicar su producción, se realizó el contacto con un molino de la zona. Para nuestro caso, se optó por un proceso de transformación con el Molino harinero de Agro Torresi, de la localidad de Casilda, que se comprometió a llevar adelante esta experiencia piloto con los procedimientos necesarios para el tratamiento diferencial del trigo agroecológico.

El mismo tiene una capacidad de molienda de 30 tt por día para lo cual, dado el volumen a moler, se realizó a contra turno del horario normal de funcionamiento y con previa limpieza del circuito. Resulta clave contar con experiencias validadas en molienda de cereales con sistema de martillo y la posibilidad de mantener el valor biológico dado por el germen del grano a través de harinas integrales, a la hora de pensar estrategias de diversificación en la propuesta productiva. La harina producida fue 000 y 0000. Para el envasado de la harina se adaptó el paquete utilizado por el molino (Foto 3), con la aclaración que el trigo proviene de una producción agroecológica dado que, para garantizar el proceso agroecológico de molienda, es necesario contar con la estructura y logística apropiada a estos sistemas.

Se realizaron diferentes envases de 1,10 y 25 kg. De los 7500 kg de harina producidos, un 5% fue comprado a través de Innovaciones Tecnológicas Agropecuarias (INTeA), empresa de capitales mixtos conformada en su mayoría por el INTA, con el objetivo de promover la comercialización en mercados de cercanías. Las formas de comercialización han sido diversas. Con las harinas de menor fraccionamiento, se realizó una venta institucional en el INTA a nivel local y también fueron vendidas en el local Alma Rural del INTA en el Mercado del Patio.

Las de mayor fraccionamiento fueron comercializadas a través de AFA Agricultores Federados Argentinos, en el supermercado que tienen en la localidad de Maciel La producción primaria agroecológica en zonas de exclusión o resguardo ambiental, aún no cuentan con certificaciones o avales que permitan valorizar el producto obtenido en su proceso diferencial de producción, por lo que se indagó en los Sistemas Participativos de Garantías (SPG). “Los Sistemas Participativos de Garantía son sistemas de garantía de calidad a nivel local. Garantizan a productores tomando como base la participación activa de los actores y se construyen a partir de la confianza, las redes sociales y el intercambio de conocimientos”.

(Adaptado de Ifoam). Estos sistemas tienen una trayectoria en numerosos países, con experiencias importantes en Brasil, con la Red ECOVIDA, que son formas de garantías son apropiados para aplicar a niveles locales, se implementa por los agricultores familiares y sus organizaciones. En Argentina existen experiencias consolidadas como la de Bella Vista, Corrientes; en proceso de implementación como la de la cátedra libre de soberanía alimentaria de la UBA, entre otras, y sistemas incipientes o en construcción, como es nuestro caso.

Se realizó un pre diseño de SPG, para nuestra experiencia, en una primera fase con cinco pasos:

  • Identificar los espacios de producción y manifestar su decisión de producir agroecológicamente.
  • Formar un grupo garantizador local (consumidores, productores e instituciones).
  • Iniciar un proceso de Garantías con visitas periódicas y en función del desarrollo de los cultivos, las visitas se desarrollarán permitiendo observar las prácticas que se realizan. Documentar las visitas con fotos y actas de visitas.
  • Realizar diversos trabajos como: análisis de agua, de residuos de plaguicidas, de calidad de suelo e interpretar los resultados por el grupo garantizador.
  • Generar espacios de Formación Abiertos en Agroecología, Alimentación Sustentable, Seguridad y Soberanía Alimentaria.

En este marco, dentro de la propuesta de garantías participativas, se evaluó la aptitud panadera de la harina, para lo cual se entregó a organizaciones locales (Ctep, Abba, CCM) que realizan panificación, pastas y elaborados en base a harinas, con el objetivo de probarla en sus distintos usos, resultando una valoración muy positiva de los obtenido, llegando de forma indirecta a 150 familias de la localidad. En relación a vinculaciones establecidas podemos mencionar:

– Visitas e intercambios de conocimientos y experiencias con productores, con profesionales de otras Unidades de INTA (Marcos Juárez, San Pedro, Pergamino, Paraná y San Nicolás), con profesionales de la Facultad de Ciencias Agrarias (cátedra microbiología de suelos-UNR), de la Facultad de Ciencias Económicas (Programa Amartya Zen), pasantes de la carrera de Licenciatura en recursos naturales de la UNR.

– Reuniones con personas vinculadas a la Agroecología en la cual participaron productores e instituciones (SAF, CEA, MUA, Facultad Ciencias Agrarias UNR, Programa de Agricultura Urbana de la Municipalidad de Rosario, Programa de Producción de Alimentos Saludables en el periurbanos de la Provincia de Santa Fe).

– Oliveros en red.

– Con el sector privado: AgroSeri (Protocolo de validación del sistema BES para áreas de periurbano), Molino Agrotorresi, AFA Maciel.

– Visitas de veedores de distintas localidades (Firmat, Oliveros).

– Capacitaciones: clase de agroecología y soberanía alimentaria en la cátedra de terapéutica vegetal (Fac.Cs Agrarias-UNR), curso de introducción a las producciones agroecológicas (Ministerio de Educación-CEA Totoras), presentación experiencia en jornada de la EEA INTA Oliveros.

Dimensión Productiva

Desde el inicio de la experiencia, la existencia de un módulo agroecológico dentro del área de la EEA cobra vital importancia para el abordaje de la producción agroecológica de alimentos como espacio de experimentación, validación de tecnologías y no utilización de insumos de síntesis química, colaborando en la búsqueda de estrategias productivas para las zonas de exclusión.

También, se continúa evaluando el uso del sistema Bes –Agro Seri para el control de malezas y disminuir la remoción del suelo para los distintos momentos necesarios. Por otra parte, se trabaja en torno al uso de bioinsumos para promover las interacciones biológicas necesarias que permitan el sostenimiento del sistema. En relación a la evaluación del sistema de producción agroecológico, se está realizando la medición de parámetros físicos, químicos y biológicos de suelo en todos los lotes como referencia para indicadores de la calidad de suelo. El rendimiento obtenido en esta campaña 17-18 es menor a la media zonal. Esto se enmarca en un proceso de transición y regeneración del sistema productivo que aún no se encuentra estabilizado.  (Tabla 2)

En cuanto a los resultados económicos desde el inicio de la experiencia, si bien los rendimientos han sido menores, los costos para lograrlos se redujeron notablemente. Es decir, la relación costo/ingreso en el caso del trigo agroecológico es de un 58%, y en el caso del trigo convencional es de un 74%, esto se explica en la disminución del uso de insumos externos y la promoción de tecnologías de procesos en el sistema productivo agroecológico. Si bien los márgenes brutos son similares, al analizar el retorno de la inversión de esta producción, que es la relación entre el MB/Costo directo, se puede observar en el trigo agroecológico que por cada cada qq de costo invertido obtengo de retorno 0.72 qq mientras que en el trigo convencional este valor es de 0.35.

Esta forma de evaluación económica no permite visualizar los aportes en la mejora del sistema en términos ambientales (suelo, agua, biodiversidad, disminución de la contaminación, etc.), por lo que es necesario incorporar en las decisiones productivas estos aspectos. En términos de desarrollo, es importante valorizar los aportes a la economía local y contribución a la soberanía alimentaria. En relación al agregado de valor, la experiencia de molienda permitió transformar el trigo producido en harina que se comercializó en mercados de cercanías (Alma Rural, distribución minorista, dentro de la EEA, organizaciones sociales, etc.). Esto puso en evidencia la necesidad de profundizar esta etapa, que permite valorizar el producto obtenido en su proceso diferencial de producción y de precio justo para productores y consumidores. Sumado a esto, surgió la necesidad de contar con tecnologías para estos sistemas agroecológicos de transformación y almacenamiento.

Dimensión social

En relación a los procesos socio organizativos fue clave la articulación con el proyecto de apoyo al Desarrollo Local de Oliveros en Red, como parte de la estrategia de capacitación y de aportes a la producción de alimentos saludables. Se obtuvo el Premio de FAO a las iniciativas innovadoras y escalables de América Latina2 . Un aspecto que cobra importancia es el relacionamiento que se generan en estos espacios, donde no solamente se repiensan las formas de producir sino también como nos vinculamos. Los sistemas participativos de garantías facilitan la integración urbano rural, involucrándose productores, instituciones, consumidores y gobierno local, para juntos afianzar estrategias de producción agroecológica, de soberanía alimentaria y las interrelaciones que fortalecen procesos de desarrollo generando sinergias en la economía local, cuidando el ambiente y sostenido por una red de actores locales.

Dimensión Institucional

Desde este punto, va creciendo la demanda en distintos modos hacia el módulo. La frecuencia de consultas y visitas se ha ido incrementando. Se han realizado intercambios con productores, grupos de profesionales, universidades, municipios y comunas, otras experimentales o agencias de INTA, estudiantes de quinto año de la carrera de ingeniería agronómica. La participación en jornadas específicas de la temática va aumentando a la par que se generan nuevos instrumentos de comunicación. El intercambio de saberes y la adaptación de tecnologías apropiadas, son dos ejes importantes en esta dimensión, ya que permite rescatar los saberes de los distintos actores involucrados generando soluciones conjuntas y adaptadas a su realidad.

Conclusión

La agroecología es una forma de producción para sistemas extensivos y las sinergias entre productores, instituciones y consumidores en espacios articulados permiten abordar la complejidad del territorio. La propuesta contribuye a conservar el suelo y la diversidad, promover tecnologías de procesos, a no utilizar insumos de síntesis química, generar propuestas participativas, producir alimentos sanos, avanzar en la viabilidad económica y fortalecer capacidades locales.

Todos ellos son aspectos claves para mejorar la calidad de vida de las poblaciones rurales, permitiendo la escalaridad del proceso en las áreas de exclusión de cada localidad. Estos espacios requieren una gestión local – gobernanza compartida- que permita el diálogo, el encuentro y promueva nuevas formas de ordenamiento del territorio, de las producciones, de los mercados locales, del encuentro entre actores diferentes. Las áreas de vacancia que encontramos tienen que ver con el proceso de transformación y comercialización, la evaluación económica integral, las maquinarias adaptadas, los bioinsumos, las, semillas adecuadas y las, formas organizativas que vinculen productores –consumidores en estos sistemas productivos, agroecológicos.

 

Fuente: INTA por María Victoria Benedetto, María Elena Aradas Díaz, Francisco Victoriano Cardozo, Pedro Guglielmone, Alejandro Longo, Rodolfo Edgardo Timoni

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