Las dos economías más grandes del mundo están estancadas en una guerra comercial.
El presidente Donald Trump anunció ayer que a partir del 1 de septiembre Estados Unidos aplicará nuevos aranceles del 10 por ciento a productos provenientes de China valorados en 300.000 millones de dólares, lo cual viene a sumar tensión a la dura batalla comercial entre ambos países. El mandatario hizo el anuncio en un mensaje en Twitter mientras las negociaciones comerciales entre ambos países continúan a paso lento.
Sin embargo, Trump culpó a Beijing de su nueva medida comercial, alegando que el país asiático no frenó la venta de fentanilo a Estados Unidos o por no comprar bienes agrícolas estadounidenses, como soja, en grandes cantidades.
Tras la noticia, los precios de las acciones se vieron afectados. El promedio industrial Dow Jones, que momentos antes había subido casi 300 puntos, estaba 200 por debajo tras los tuits de Trump.
Estados Unidos ya aplicó impuestos comerciales de 25 por ciento a bienes chinos por valor de 250.000 millones de dólares. China respondió con aranceles a productos estadounidenses valorados en 110.000 millones de dólares, entre ellos productos agrícolas, en un ataque directo a los partidarios de Trump en las zonas rurales de Estados Unidos.
Trump hizo las amenazas después de que una delegación estadounidense regresara a Washington tras conversaciones comerciales en Shanghai.
Se espera que las negociaciones continúen en Washington en septiembre, aunque las fechas exactas no se anunciaron y reina la incertidumbre.
Las dos economías más grandes del mundo están estancadas en una guerra comercial por las acusaciones de Estados Unidos de que Beijing utiliza tácticas depredatorias- incluso robar secretos comerciales y obligar a compañías extranjeras a entregar tecnología- en un intento por tomar el control del dominio tecnológico estadounidense.
Fuente: La Voz del Interior
