Aunque muchas fuentes continúan anunciando el posible desarrollo de un episodio de “El Niño”, la situación actual muestra un escenario climático neutral, pero con perturbaciones locales de gran magnitud. El Pacífico Ecuatorial exhibe un panorama contrastante:
• Su porción central muestra focos cálidos de pequeña extensión, alimentando a las versiones sobre el desarrollo de un episodio de “El Niño”.
• Contrariamente, la costa americana muestra un enfriamiento persistente, similar al que suele darse en el inicio de un episodio de “La Niña”.
No obstante, ambos procesos son débiles y estables, por lo que no configuran ninguna tendencia significativa, aunque producen efectos locales de consideración. El más notable de los mismos son las precipitaciones superiores a lo normal que vienen observándose sobre Bolivia y el NOA Argentino, que se comportan como si estuviesen en un episodio local de “La Niña”.
Por su parte, el Atlántico observa un contraste aún más intenso, que se mantiene con pocos cambios desde mediados de 2018. Su porción subtropical sur muestra un marcado calentamiento, causado por el avance hacia el sur de la corriente cálida del Brasil, mientras su porción sur se encuentra frío debido al avance hacia el norte de la corriente fría de Malvinas. Ambas corrientes chocan con fuerza a la altura de la desembocadura del Río de La Plata, generando sistemas de alta presión que envían vientos húmedos hacia el sudeste del continente americano.
Este proceso es el causante de las persistentes inundaciones que sufren los campos bajos de la Región del Chaco, los Bajos Submeridionales de la Pcia de Santa Fe, la Pcia de Corrientes y otras zonas del área. Su intensidad es muy irregular, de manera que, además de inundar extensas superficies, produce sequía en otras, afectando especialmente al Paraguay, durante el verano de 2019, con grave impacto en la producción.
Fuente: Bolsa de Cereales de Buenos Aires