Comienzan las tareas de reacondicionamiento del frigorífico Swift en Venado Tuerto

A más de siete años de su cierre,  y después de varias versiones y de anuncios de distintos dirigentes que quisieron adjudicarse el logro, ahora sí confirmaron que el miércoles 27 de marzo comienzan las tareas de reacondicionamiento de la planta frigorífico Swift en Venado Tuerto que posibilitarán que en mayo reabra sus puertas.

La información, que fue brindada por diversas fuentes empresariales a Venado 24, detalla que en esta primera etapa se habilitará el sector de despostado y de frío con la posible incorporación de una centena de empleados, para luego ir de a poco avanzando en otros sectores y sumando más trabajadores.

Los cambios en el contexto internacional (el mercado estadounidense volvió a permitir el ingreso de carne Argentina, entre otras cosas) y la mejoría del negocio ganadero en el país posibilitan esta reapertura.

Lo cierto es que en los últimos días de la semana pasada estuvieron en nuestra ciudad directivos de la empresa Multimont SRL, que será la encargada de las obras de reacondicionamiento de la planta.

Cabe recordar que la empresa brasileña Minerva adquirió en de junio del 2017 las plantas que su coterránea JBS tenía en el país y desde ese momento fue habilitando distintas unidades que permanecían cerradas.

Minerva es la segunda exportadora del mundo en el rubro cárnico y pagaron 300 millones de dólares por nueve plantas frigoríficas en distintos países. En el caso de la Argentina, el negocio de JBS estaba compuesto por cinco plantas de faena, más otra de productos industrializados y una grasería. Además del frigorífico de Venado Tuerto, Minerva tiene el control ahora sobre las plantas de Pontevedra, Berazategui, Jesús María y Villa Gobernador Gálvez. Pero además opera 11 plantas en Brasil, seis en Paraguay, tres en Uruguay y una en Colombia.  Exportando para más de 100 países en cinco continentes, según consta en su página web.

La planta venadense

El frigorífico Swift de Venado Tuerto anunció el cese de operaciones en enero de 2012, dejando sin trabajo a más de 500 operarios que desempeñaban funciones en forma directa y varias personas y empresas que trabajaban de manera indirecta con la multinacional JBS. Aunque unos 34 empleados que se negaron en acogerse a la figura del retiro voluntario, resistieron hasta el 21 de agosto del mismo año, fecha en la finalmente fueron despedidos. De todos modos, un mes antes la planta ya había dejado de operar, otorgando vacaciones a todo su personal, pagando a partir de enero solo la garantía horaria a sus empleados al tiempo que se les ofrecía un retiro voluntario.

Fueron días de angustia, cortes de ruta, manifestaciones y arduas gestiones desde todos los estamentos gubernamentales para tratar de que JBS revierta la decisión de concentrar la actividad en su planta de Villa Gobernador Gálvez. Sin embargo, solo se logró estirar la garantía horaria hasta marzo, mientras el número de empleados se iba reduciendo al llegar a diferentes acuerdos con la patronal, ya sea por retiro voluntario o cobrando la indemnización, trámite que se terminó de completar en agosto del mismo 2012, cuando fueron despedidos los últimos trabajadores.

 

Fuente: Venado 24

 

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