Proyectos silvopastoriles en el sur de Santa Fe

Buscando recuperar y mejorar condiciones de sitio de esta región, desde el INTA Oliveros se plantean diversos proyectos que hacen foco en la ganadería y la forestación de los campos.

El avance de la actividad agrícola en estos últimos 30 años incorporó tierras que originalmente no se destinaban a ese tipo de producción. En este marco, diversos establecimientos agrícolas han producido una única actividad productiva que, en el sur de Santa Fe, han causado severos daños ambientales como: deterioro progresivo de la calidad física y química de los suelos, decapitación de los horizontes superficiales por erosión hídrica, aparición de elevadas concentraciones salinas en superficie, entre otros.

Según lo establecido por un informe elaborado por el INTA Oliveros, el contexto bajo el cual trabajan muchos productores agrícolas en esta región, “influye sobre la elección de un formato productivo estructurado y rígido. Esto no permite la adopción de innovaciones que permitan un cambio mejorador en el uso de los recursos involucrados. Hasta el momento, no se logra la puesta en marcha de alternativas productivas que vienen a mitigar problemas vinculados a la utilización de prácticas agronómicas inadecuadas a la condición de sitio”.

En este sentido, desde la Institución se están llevando a cabo diversos proyectos silvopastoriles que radican “en la posibilidad de definir una actividad productiva que conjugue la dinámica forestal con la producción pastoril y la ganadería bovina para producción de carne. Esta propuesta puede llegar a redefinir, a largo plazo, condiciones de usos para los suelos involucrados y, principalmente, permitir la recuperación de tierras para la producción primaria” estableció Francisco Cardozo, Ingeniero Forestal del INTA Oliveros, que está a cargo de llevar adelante este tipo de proyectos.

“Los árboles son una herramienta natural para el manejo agronómico que, en esta ocasión, pueden contribuir a mejorar la situación de desequilibrio productivo y así retomar los altos valores de forraje disponible que en algún momento han tenido los campos de esta región” destaca Cardozo. A su vez, indicó que “la condición de sitio que los árboles generan a la pastura es propicia para la implantación de especies forrajeras de buena calidad nutricional. Asimismo, serán en un futuro un abrigo ambiental para los rumiantes domésticos”. A su vez, cabe destacar que los árboles implantados son una bomba de extracción de agua freática; la condición de sombra que proporcionan los árboles permiten desacelerar la dinámica salina en los horizontes superficiales del suelo.

Los proyectos

El primero de los proyectos se ubica en un campo entre las localidades de Los Quirquinchos y Cañada del Ucle. Este lote, perteneciente al Departamento Caseros, se ubica a 80 km de Casilda, a 130 km de Rosario y a 300 km de Santa Fe. En este caso, el administrador de dicho establecimiento planteó la necesidad de introducir árboles en áreas de bajos. Atendiendo dicha demanda, se realiza un informe preliminar para así elaborar un proyecto de forestación en esas áreas; lo destacado de esta propuesta es que además de la recuperación de esa zona con fines foresto-ganaderos y de mejora ambiental, dicho campo pueda servir como experiencia demostrativa.

Con un total de aproximadamente 250 hectáreas involucradas, se propone realizar un proceso de plantación por etapas. En este proyecto, Cardozo dijo que “se podrá hacer un buen aprovechamiento de las pasturas naturales o cultivadas, que pueden variar según la maquinaria disponible, entre 8 a 10 metros y una distancia entre plantas de 2 a 4 metros. Proponemos hacer plantación por líneas, colocando en el borde más alto álamos, siguiendo hacia el bajo otras líneas de sauces y posteriormente de algarrobo blanco”.

En esta propuesta los primeros 4 años, o hasta que las plantas superen la altura de ramoneo del ganado, se debe hacer clausura pero permitiendo hacer el corte y enrollado de pastos considerando dejar libre la cabecera para que pueda operar la maquinaria.

El segundo de estos proyectos se desarrolla en la localidad de Los Molinos, ubicada en el Departamento Caseros de la Provincia de Santa Fe, a 15 km de la ciudad de Casilda, a 70 km de Rosario y a 230 km de Santa Fe. En esta ocasión se ha decidido implantar un módulo forestal compuesto por Algarrobo blanco (Prosopis alba), sobre un tapiz vegetal compuesto por especies forrajeras como cebadilla criolla, festuca y malezas. Se eligió el algarrobo blanco ya que es la especie que más se adapta a condiciones de suelos salinos. El lote donde se desarrolla este proyecto posee 6 hectáreas aproximadamente pero, en una primera etapa, se concretará solamente en 2 hectáreas.

Según lo establecido por Cardozo, “en las primeras 2 hectáreas plantadas habrá 7 líneas de plantación, formada por 120 plantines cada una (un plantín cada 2 metros); con este esquema de plantación se lograría una densidad de siembra de 420 plantines por hectárea”. Cabe destacar que los plantines son obtenidos del vivero forestal de INTA Oliveros.

Estas propuestas junto con otras emprendidas con un grupo el grupo de productores silvopastoriles de la zona de Venado Tuerto permiten visualizar esta alternativa de producción como viable y que facilita la sustentabilidad del sistema de producción.

Fuente: INTA