Las autoridades de la Secretaría de Agroindustria están trabajando en el diseño de un protocolo de seguridad destinado a garantizar la integridad física y los bienes comercializados en toda la extensión del circuito comercial granario.
El aspecto central de la iniciativa estará conformado, en una primera instancia, por una campaña orientada a caracterizar los diferentes delitos a los que pueden estar expuestos los empresarios agrícolas durante la cosecha, almacenamiento y comercialización de granos, así como también en las diferentes operaciones realizadas por acopios, transportistas y receptores finales de la mercadería (industrias, terminales portuarias, etcétera).
La visibilización social de los diferentes delitos potenciales presentes en el circuito comercial granario se considera clave para promover un cambio cultural, dado que en muchas situaciones y zonas productivas las prácticas contrarias a la legislación vigente son consideradas como un “peaje” que es necesario atravesar para trabajar sin inconvenientes.
La iniciativa también comprende articular acciones con autoridades provinciales, judiciales y policiales de cada jurisdicción, de manera tal que estén debidamente preparados para dar curso a las denuncias presentadas por integrantes de la cadena de valor agrícola.
El protocolo de seguridad también contemplará la creación de canales de comunicación a través de los cuales los integrantes de la cadena agrícola puedan realizar denuncias, buscar ayuda o simplemente asesoramiento sobre situaciones indebidas.
El propósito del nuevo protocolo de seguridad es que, en algún momento, la visualización de los delitos y la red de contención lleguen a ser tal sólidos y reconocibles como lo son actualmente en el caso de situaciones de violencia contra las mujeres (el cual requirió un cambio cultural).
Los delitos presentes en el circuito comercial granario –como pueden ser roturas de silobolsas o bloqueos de accesos a campos– en muchas situaciones ni siquiera son denunciados porque los afectados no saben a quién recurrir y, en caso de ser denunciados, las autoridades locales en muchas oportunidades tampoco saben cómo proceder.