Agricultura con ganadería: una integración clave

Las rotaciones con pasturas perennes y ganadería pueden ser una alternativa de diversificación económica; junto con la aplicación de buenas prácticas agrícolas, resultan ambientalmente beneficiosas y productivamente rentables. En la jornada realizada el 28 de febrero en INTA Oliveros, especialistas y funcionarios ahondaron en las experiencias y los programas disponibles para avanzar en este sentido.

“La Intensificación agrícola sustentable es una propuesta que consiste en mayor rotación de cultivos y reposición de nutrientes con resultados productivos y ambientales beneficiosos.” explicó Alejandro Longo, director de INTA EEA Oliveros en la apertura de la jornada que se realizó en dicha Estación Experimental Agropecuaria el 28 de febrero, titulada “Sistemas mixtos: la importancia de integrar agricultura y ganadería”.

Asistieron más de 120 personas y contó con exposiciones a salón sobre forrajeras en campos mixtos, ensayos de alfalfa más festucas y una recorrida a campo en el predio del INTA Oliveros donde se mostraron ensayos de alfalfa con fertilización y ensayos de rotaciones agrícolas.

Entre otros temas, representantes del Ministerio de la Producción de Santa Fe presentaron el Plan Ganadero Provincial y Buenas Prácticas Agrícolas. A su vez, productores ganaderos de la zona relataron sus experiencias en el sur de Santa Fe.

Presentación del Plan Ganadero Provincial

“El plan tiene como uno de sus objetivos ofrecer asesoramiento técnico, veterinario y agronómico a los productores que adhieran a un plan de trabajo que está pautado, desarrollado y consensuado con los colegios de profesionales, las entidades de productores, el INTA y otras instituciones” sintetizó el coordinador del Programa Ganadero de la provincia Marcial Bugnon. A su vez, agregó que buscaron desarrollar tecnologías y protocolos con el INTA en las tres Experimentales de la provincia y en muchas de sus Agencias de Extensión Rural.

Con el plan ganadero se apunta a la adopción de tecnología y a mejorar, fundamentalmente, los índices de eficiencia de los rodeos de cría, la producción de terneros, a través de las buenas prácticas ganaderas. En esta misma línea, el Secretario de Producción de la provincia, Juan Manuel Medina, se refirió al impacto positivo de las buenas prácticas agrícolas para prevenir y resolver problemáticas de nuestra región, ya que “la producción sustentable es un eje muy importante en el que estamos trabajando” explicó.

“Somos conscientes de la problemática que particularmente genera la aplicación de todo tipo de fitosanitarios” expresó el Secretario y dijo: “nos damos cuenta que la interacción con comunas y municipios de la provincia es clave”. Por ese motivo desarrollaron un programa trabajado estrechamente con las comunas y municipios, que se fue construyendo colectivamente, en principio con INTA y luego con diversas instituciones públicas y privadas.

Resultados de ensayos

En la jornada se presentaron también los resultados de ensayos de pasturas y fertilización realizados por el INTA en la región.

Fernando Salvagiotti y Juan Ibarlucea, de INTA Oliveros, expusieron los resultados de ensayos de fertilización de pasturas en lotes de larga historia agrícola, donde se encontró respuesta física y económica a fertilización con fósforo, no se encontró respuesta ni a azufre ni a dolomita. Hay un mayor stand de plantas de alfalfa en parcelas con fósforo y menor presencia de malezas. Recomendaron como muy importante hacer análisis de suelo previo a la siembra para definir qué fertilizante aplicar.

Por su parte, Estefanía Palú (INTA Pago de los Arroyos) y Thomas Widmer (INTA Venado Tuerto) presentaron un ensayo de mezcla de forrajeras de festuca con alfalfa: 19 cultivares de alfalfa asociados a 7 cultivares de festuca realizados entre 2016 y 2018, midiendo la productividad anual total de las mezclas comerciales propuestas por los semilleros en un sistema real de producción del sur de Santa Fe, en un establecimiento tambero.

Concluyeron que los porcentajes de logro de variedades peleteadas fue de un 42%, atribuida a los acompañantes de la semilla que son el inoculante, fungicida e insecticida, frente a las alfalfas no peleteadas que tienen un porcentaje de logro de 30%. Las variedades de mayor producción logran la mayor persistencia en stand de plantas. “Queremos demostrar que con la mejor alternativa de mezcla podemos lograr alta eficiencia productiva de kg por hectárea, lo que permitiría disminuir las hectáreas de potrero y determinar las alfalfas que mejor persistencia tienen, que es lo que determinará la vida útil del potrero” estableció Palú. Cabe destacar que el precio de la alfalfa constituye el 40% del precio de los costos totales.

Pasturas más productivas

Omar Scheneiter, Director de INTA Pergamino, estableció que “en tambos se está tratando de hacer más alfalfa pura que otros años. Ya no dura 4 años sino que el uso es intensivo y dura 3 años, por lo tanto la productividad del primer año es clave para su rendimiento. De esta manera, una mezcla aporta más crecimiento en abril-mayo y más crecimiento en junio-agosto si tienen cebadilla”.

“Hicimos un estudio para ver dónde se adaptaba la festuca y en el relevamiento vimos cuánta festuca había en forma natural. Construimos un modelo y llegamos a la conclusión que estamos en el límite de la zona donde la festuca está muy adaptada. Entonces, se puede cultivar igual pero hay que cuidarla más, sobre todo en verano. En verano no podemos pastorear al ras la festuca porque se pierde”, sintetizó el Director de INTA Pergamino.

La alfalfa fija mucho nitrógeno, si uno fertiliza una alfalfa pura con nitrógeno no va a obtener ninguna respuesta. Pero si tiene cebadilla criolla y quieren adelantar un poco la producción, pueden fertilizarla a fin de julio o principio de agosto enfatizó Scheneiter.

La clave del suelo

A campo, Silvina Bacigaluppo y Guillermo Gerster disertaron sobre la importancia del cuidado del suelo en un ensayo de rotaciones agrícolas. En términos generales, enfatizaron que “el cuidado de la fertilidad de un lote de producción implica tener el suelo cubierto la mayor parte del año, utilizando prácticas conservacionistas con mínima o nula remoción de residuos (por ejemplo la siembra directa), la inclusión de pasturas y en los casos de balances hídricos más favorables, la inclusión de mayor número de cultivos en el tiempo, ya sea para grano o como cobertura”.

El contenido de materia orgánica de un suelo (MO), es considerado el indicador por excelencia de la calidad del mismo. La MO que está formada por residuos vegetales y animales en distinto grado de descomposición, juega un rol fundamental en la estructura y en la fertilidad química del suelo, contribuyendo a la formación de los agregados y brindando los nutrientes necesarios para el crecimiento de los cultivos. Por eso, “las rotaciones con cultivos voluminosos, la inclusión de cultivos de cobertura, la fertilización y el manejo de los residuos a través de la siembra directa, son algunas de las prácticas que mayor efecto positivo ejercen sobre el contenido de materia orgánica del suelo a través del tiempo” dijeron los especialistas.

Por último, aseveraron que es recomendable evitar el tránsito en húmedo durante las cosechas ya que “afecta notablemente las propiedades físicas de los suelos, generando limitaciones al crecimiento de raíces y afectando la movilidad y disponibilidad de agua y nutrientes. Existen también otros efectos negativos de la compactación, como una menor actividad biológica”.

 

Fuente: INTA

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