Comportamiento de híbridos de sorgo para silaje durante las últimas 8 campañas (2009 a 2017)

Este trabajo presenta una recopilación de los ensayos comparativos de rendimiento realizados en la Chacra Experimental Integrada Chascomús (MAIBA-INTA, 35º 44’38’’S; 58º3´25’’O)), donde se analiza la performance de varios híbridos en los últimos 8 años (2009 a 2017) y pretende ser un material de apoyo para técnicos y productores para la toma de decisiones de siembra.

El silaje de planta entera de sorgo es uno de los recursos más utilizados en distintos sistemas de producción ganadera de la cuenca del Salado, como suplemento otoño-invernal. Su difusión se debió, principalmente, a su rusticidad y a su bajo costo por unidad de materia seca producida. Esta especie presenta ciertas características morfológicas y fisiológicas que le otorgan la capacidad de producir forraje aún con limitada disponibilidad de agua (Krieg y Lascano, 1990; Pedersen, 1996). Además resiste condiciones de alcalinidad, salinidad, pobre drenaje y elevadas temperaturas (Muchow, 1989). Estos atributos le permiten mantener la estabilidad de rendimiento entre años, así como también explorar ambientes “marginales” para otros cultivos de verano, confiriéndole mayor seguridad de cosecha y elevadas producciones de forraje por hectárea (Cicchino y col., 2013). Este cultivo también ha experimentado una notable mejora genética. Tradicionalmente existían los sorgos forrajeros tipo sudán y los graníferos con o sin tanino, con bajo potencial de rendimiento en grano. En los últimos años han aparecido en el mercado materiales fotosensitivos, nervadura marrón (BMR) y con elevada concentración de azúcares en tallo (azucarados), lo que ha permitido ampliar la diversidad de materiales disponibles e incrementar su potencial de producción. Estos distintos tipos morfológicos de sorgo difieren en cuanto a su estructura de planta (altura; relación grano/planta), lo que determina diferentes resultados en cuanto a rendimiento y calidad del silaje.

Metodología:

En cada año, se utilizaron híbridos con características contrastantes y todos recibieron el mismo manejo y el mismo diseño estadístico (Bloque completamente aleatorizado con 3 repeticiones). Además, se registraron las precipitaciones (PP) ocurridas durante el ciclo del cultivo (noviembre a marzo) para caracterizar cada año en una estación meteorológica situada en la estación experimental. (Tabla 1). Los ensayos fueron realizados en suelos arguidoles con una capacidad de uso IIIws (pH 6,03 a 6,6; MO 4,1 a 4,8%; P 6,3 a 7,5 ppm).

 

Fuente: INTA por Mariano Andrés Cicchino