La Comisión Europea decidió no restablecer por ahora los aranceles a las importaciones de biodiésel argentino y dijo que, aunque considera que están subsidiadas y constituyen una amenaza para la industria de la Unión Europea, quiere tener más información al respecto.
La sorpresiva decisión, detallada en un documento visto por Reuters, fue tomada después de una investigación solicitada por los productores de la UE y representa un gran golpe para la industria que ha sufrido severamente por las importaciones masivas de biodiésel argentino desde que el bloque europeo eliminó los aranceles el año pasado.
La noticia fue recibida de manera favorable por la industria del país latinoamericano, donde la amenaza de aranceles había estancado las ventas a la UE, el mayor productor mundial del combustible renovable, debido a que anticipada barreras prohibitivas.
Los productores de la UE y de Argentina esperaban que la Comisión restableciera los aranceles.
“Las conclusiones preliminares de la Comisión son que las importaciones argentinas del producto en cuestión que llegan a la UE están subsidiadas y que parece existir una amenaza de daño importante para la industria de la Unión”, dijo la Comisión en el documento.
“Sin embargo, la Comisión considera necesario recabar más información sobre los acontecimientos posteriores al período de investigación que podrían confirmar aún más las conclusiones preliminares de la Comisión en esta investigación, así como arrojar más luz sobre el interés de la Unión”, argumentó.
“En vista de sus conclusiones, la Comisión continuará la investigación sin la imposición de medidas provisionales”, añadió.
La Unión Europea recortó los aranceles a las importaciones de biodiésel argentino en septiembre pasado después de que Buenos Aires presentó una queja exitosa ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El Directorio Europeo de Biodiésel protestó ante la decisión y pidió una investigación sobre los supuestos subsidios, la cual fue abierta formalmente en enero.
La remoción de aranceles al biodiésel argentino e indonesio de bajo precio por parte de la Unión Europea creó una fuerte alza de las importaciones que forzó a los productores europeos a recortar la producción.
El fabricante francés de biodiésel Saipol, el mayor productor de la Unión Europea, había implementado un plan de seis meses para reducir la producción en marzo, culpando a las enormes importaciones de biodiésel argentino de exacerbar las malas condiciones del mercado.
Otros grandes productores, como Bunge y Archer Daniels Midland Co, anunciaron que reducirían la producción o cerrarían plantas en la Unión Europea.
“NOTICIA POSITIVA” PARA ARGENTINA
“Quedó probado que no existía dumping y estamos muy confiados que esta investigación de subsidios termine también en el mismo sentido: sin ningún tipo de arancel a la Argentina”, dijo a Reuters Luis Zubizarreta, presidente de la cámara de productores de biodiésel Carbio.
En Argentina, un exportador mundial clave de biodiésel, compañías como Cargill y Bunge tienen sus plantas elaboradoras del biocombustible y están nucleadas en la cámara que lidera Zubizarreta.
Para la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (AABH), la decisión de la Comisión Europea es “una noticia positiva”, aunque también dijo que el incremento en el impuesto a las exportaciones de biodiésel que el Gobierno argentino aplicó en julio limita los márgenes de ganancias del sector.
“Seguramente, con el afán de no tener paradas las plantas, algunos exportadores se animarán a realizar exportaciones de biodiésel a la UE mientras esa sanción se demore y mientras no se aplique retroactivamente”, explicó Claudio Molina, director ejecutivo de la AABH.
Según datos del ente oficial de estadísticas de Argentina, desde enero hasta fines de agosto del 2018 fue exportado un total de 1,08 millones de toneladas de biodiésel del país sudamericano. De ese volumen, la mitad se dirigió hacia los Países Bajos y un 35 por ciento a Malta.
CARBIO, AABH y fuentes del sector habían dicho en julio que, tras el cierre del mercado estadounidense por aranceles por acusaciones de dumping y subsidios, el futuro de la industria argentina pendía de la decisión de la UE de si finalmente aplicaría el impuesto, o no.
Fuente: Reuters