De todas maneras, el Presidente del Instituto Nacional de Carnes aseguró que “no debemos esperar ningún desastre”.
Las guerras comerciales e ideológicas están provocando importantes desequilibrios en las monedas de los países emergentes, potenciando la incertidumbre en los mercados internacionales.
El peso argentino se ha depreciado casi en un 50% frente al dólar, en Brasil el real perdió un 20% su valor, la lira turca se devaluó en un 40% y el rublo en Rusia cerca del 15%. Mientras la moneda China, principal socio comercial de Uruguay, también perdió posición.
En Uruguay la devaluación no ha tenido los mismos impactos y eso elimina espacio en los mercados mundiales para negociar los productos, entre ellos la carne vacuna.
El presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Federico Stanham, aseguró a Rurales El País que las devaluaciones de China y los países vecinos cambian las condiciones comerciales. “Para China es más caro comprar la carne y a los oferentes devaluados es más fácil aceptar bajas de precios”.
Entiende que todo aquello que genera incertidumbre “es malo para la fluidez comercial (…) Todos queremos que las cosas sean lo más predecibles posibles, porque hay mucha plata en juego y los errores se pagan caros”.
Al momento, Stanham dijo que desde el INAC “no percibimos una presión generalizada de baja de valores, pero alguna cosa se está notando y se estima en el orden del 2 al 3%”. Y agregó: “Es necesario monitorear la situación semana a semana para estar informados y saber cómo viene la jugada”.
Reconoció que Argentina y Brasil están en condiciones diferentes a las de Uruguay, ante una presión de baja de precios. Sin embargo, considera que “el país está posicionado en China, los empresarios han defendido bien el producto y no creo que debamos esperar ningún desastre”.
Al 1 de septiembre China compró carne vacuna por US$ 445 millones, un 41% del total exportado por Uruguay, un total de 150.342 toneladas. En el mismo periodo del año, las importaciones del país asiático fueron por US$ 376 millones.
Fuente: diario El País Uruguay