Proyección del ingreso de soja 2018/19 al Gran Rosario

Es factible que, con la recomposición de la producción, el ingreso de soja hacia la zona del Up River en el ciclo 2018/19 ascienda a 40 millones de toneladas, resultando en un volumen superior en un 16% al promedio de los tres años anteriores. Este movimiento de mercadería generará un efecto expansivo sobre la economía regional que permitirá alivianar las cuentas del sector, luego del fracaso productivo de la presente campaña. La cifra resulta de proyectar el ritmo de ingreso de la oleaginosa hacia las plantas y terminales portuarias de la zona del Gran Rosario en base a la demanda estimada para procesamiento y exportación.

En base a una estimación de producción 2017/18 de 35 millones de toneladas y una proyección de 50,7 millones de toneladas para la campaña 2018/19, el presente artículo busca hacer una previsión para el ingreso de soja nacional a las plantas ubicadas en el Gran Rosario.
Siendo Argentina el líder global indiscutido en exportaciones de harina y aceite de soja, ya que abastece cerca del 50% de las compras mundiales de ambos productos, sobre una capacidad teórica de procesamiento nacional de 66 millones de toneladas al año, el 78% se asienta en el área de influencia del Up River Paraná (los 70 km de costa que van desde Timbúes a Arroyo Seco, con epicentro en la ciudad de Rosario). Sobre esta franja ribereña se asientan 29 terminales portuarias, de las cuales 19 despachan granos, aceites y subproductos, contando 12 de ellas con fábricas procesadoras propias. Además, existen otras 8 fábricas aceiteras en la zona, totalizando 20 industrias que demandan poroto para fabricar aceite y harina, entre otra multiplicidad de derivados oleaginosos. De este modo, el polo exportador del Gran Rosario superó en el año 2016 a todos los demás clusters del mundo, incluido el Distrito Aduanero de Nueva Orleans (EE.UU.) y del nodo portuario de Santos (Brasil).
En este contexto, cobra relevancia medir y proyectar el ingreso de poroto de soja a las plantas del sur de Santa Fe, por el gran impacto que tiene sobre la actividad económica y el empleo en nuestra provincia. Transportistas, acopiadores, procesadores, exportadores, intermediarios, empresas prestadoras de servicios financieros, entre otras, dependen en gran medida de este movimiento.
Para mejorar las estimaciones de arribo de mercadería al Gran Rosario, se utiliza como variable explicativa el total de la necesidad de poroto de soja de las plantas procesadoras y terminales portuarias, calculadas como toneladas procesadas a nivel nacional (ponderadas por la participación de Santa Fe en el total) más toneladas exportadas (ponderadas por las exportaciones de poroto de soja del Gran Rosario), menos el volumen de importaciones por campaña. La elección de esta variable, como el total de mercadería arribada al Gran Rosario, conlleva una fuerte correlación con el Indicador de Arribo de Camiones expresado en toneladas, elaborado en base a Williams Entregas. El coeficiente de correlación de Pearson entre ambas variables para el período 2012-2017 es de 0,974

En base a lo anterior, se estima que las necesidades de mercadería nacional por parte de las plantas procesadoras y exportadoras de nuestra región pueden superar las 28 Mt para la actual campaña 2017/18 y superar los 40 Mt en la 2018/19.
Un paso adicional que resulta de interés es calcular la distribución mensual de este arribo de mercadería, en base a indicadores estacionales que se calculan sobre las series de ingresos de camiones de Williams Entregas y CerealNet. Así, el cuadro que sigue resume la entrada efectiva de camiones de la anterior campaña y lo que va de la 2017/18 en color verde más claro, y en un tono más oscuro las proyecciones para lo que resta del ciclo actual y la 2018/19.
Puede observarse que como consecuencia de la sequía, en la presente campaña, se estima una retracción del el ingreso de soja en 9,5 millones de toneladas en nuestra región, parte de la retracción en la producción será compensada con una mayor liquidación de stocks remanentes de la campaña pasada. Además, como en años secos las labores de trilla avanzan con mayor velocidad, la suba que se dio en marzo del 2018 (3,39 Mt) es muy superior a la que se espera para marzo 2019 (2,26 Mt), suponiendo un clima normal. Sumado el rápido ingreso de la mercadería y la fuerte disminución de la producción, se estiman menores ingresos para lo que resta de entrar entre agosto y marzo 2019: cerca de 15 Mt, contra los 19,47 Mt del año anterior.
Para la próxima campaña se espera que el ingreso de soja al Gran Rosario aumente con fuerza hasta superar los 40 millones de toneladas, por encima incluso del volumen registrado en la campaña 2016/17. En este escenario, se supone una producción de 50,6 Mt y una continuación en la reducción de stocks. Según este modelo, los meses que mostrarían una mayor suba porcentual serían abril, mayo y junio, cuando se acumularán ingresos por 15,7 Mt, un 48% por encima que el mismo trimestre de este año. El motivo que explica esta suba es principalmente la mayor producción prevista conjugada con una recuperación en la actividad de la industria exportadora del complejo sojero.
Ampliando la perspectiva histórica, de cumplirse las previsiones planteadas el ingreso de soja para la campaña 2018/19 resultaría un 46% superior al de la campaña 2017/18. Como la comparación con la 2017/18 plasma una gran diferencia por la pérdida productiva sufrida, por sequía primero y lluvias después, es mucho más relevante señalar que el ingreso sería 17% mayor a las entregas promedio de los tres años anteriores. Este movimiento de bienes generará un efecto expansivo sobre la economía regional que permitirá alivianar las cuentas del sector, luego del año nefasto que marcó la peor sequía de los últimos 50 años.
Fuente: Federico Di Yenno-Emilse Terré BCR