Las mayores pérdidas productivas registradas en la zona pampeana por sequía corresponderán a los cultivos de siembras de diciembre –soja de segunda y maíz tardío– dado que los tempranos pudieron, en muchos casos, aprovechar el agua presente en las entonces elevadas napas freáticas.
La cuestión es que los científicos y profesionales argentinos dedicados a elaborar pronósticos de lago plazo no pudieron advertir a tiempo la restricción hídrica que venía en camino.
En la primera semana de noviembre de 2017, el Pronóstico Trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) proyectó para la mayor parte de la zona pampeana un 40% de probabilidad de lluvias inferiores a las normales y otro 40% de precipitaciones normales para el trimestre noviembre, diciembre de 2017 y enero de 2018.
En el sudeste bonaerense la mayor probabilidad (40%) se indicó para lluvias normales. Pero en Entre Ríos el informe señaló que los modelos indicaban que la mayor probabilidad (40%) hacía prever lluvias inferiores a las normales, mientras que para el NOA pronosticó un 40% de probabilidad para lluvias superiores a las normales y otro 40% para normales.
En la primera semana de diciembre, el SMN mantuvo para la zona pampeana –ahora comprendiendo también al sudeste bonaerense– la previsión de 40-40% para lluvias inferiores a las normales y normales en el trimestre diciembre 2017, enero y febrero de 2018. Y también sostuvo la proyección para el NOA de un 40% de probabilidad de lluvias superiores a las normales y otro 40% para normales.
Ambos informes, si bien indicaban una probabilidad de cierta restricción hídrica en la zona pampeana en una proporción equivalente a la de un escenario de precipitaciones normal, no fueron –tal como se presentaron– suficientes para que empresarios agrícolas pudiesen rediseñar planteos productivos de manera de evitar las pérdidas millonarias que ahora tendrán que enfrentar.
El Pronóstico Climático Trimestral se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
El pronóstico se elabora a partir de un consenso consolidado en reuniones mensuales en las cuales participan profesionales del SMN, Instituto Nacional del Agua (INA), Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía (Fauba), INTA, Autoridad Interjuridiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro, Conicet, Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación y la Comisión Regional del Río Bermejo.
Fuente: Valor soja