La sequía argentina puede afectar el crecimiento del PBI

Una consultora privada lo redujo del 3,2% al 2,6%. Estimó que las pérdidas podrían ser parcialmente compensadas por las subas de precios.

La sequía que atraviesa la Argentina es la más grave que atraviesan determinadas zonas del país en los últimos 70 años y, dada la importancia que tiene el sector agroindustrial en la economía nacional, implica que el fenómeno climático cause un shock de oferta con consecuencias macroeconómicamente relevantes, disminuyendo la tasa de crecimiento de la economía esperada para este año.

Así lo advirtió un estudio de la consultora Invecq Consulting, a partir de los ajustes que fue realizando en sus estimaciones de cosecha la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que en su reporte de la semana pasada predijo una producción de soja de 46,5 millones de toneladas y una de maíz de casi 35 millones de toneladas.

“Es decir que la sequía implicó hasta el momento una producción 14% menor para la soja (7,5 millones de toneladas menos) y 14,5% menor para el maíz (6 millones de toneladas) respecto a las estimaciones originales”, acotó la consultora en un trabajo publicado por el diario La Gaceta.

Respecto a los volúmenes de producción de 2017, estas nuevas estimaciones implican un recorte de casi 20% en soja y de 8% en maíz.

“Si bien es evidente el impacto sobre el nivel de actividad que estos recortes en la producción proyectada tendrán, lo cierto es que es bastante difícil medirlo en términos estrictos”, dijo Invecq.

Los sectores económicos no son compartimentos estancos, están relacionados con todo el entramado económico y financiero de un país. Para sembrar, cosechar y comercializar una tonelada de soja o maíz es necesaria la participación de múltiples agentes, desde prestadores de servicios en el campo, hasta el sistema financiero, proveedores de insumos para la producción, transporte, consumo de combustibles, servicios profesionales y logística, enumera la consultora. Es decir que la actividad agroindustrial, como el resto de las actividades de la economía, tiene efectos multiplicadores en muchos otros sectores del entramado productivo.

“De todos modos, con la pérdida de las 13,5 millones de toneladas entre maíz y soja respecto a las estimaciones iniciales, podría estimarse un efecto directo de un crecimiento del PBI menor en 0,6 puntos porcentuales”.

Así, la estimación original que hizo la consultora, de un crecimiento del 3,2% para este año, se recortaría hasta el 2,6%. El impacto sería mayor al considerar la repercusión de estas pérdidas en el resto de la economía, pudiendo elevarse a 1% de menos crecimiento.

Precios

Matizando el panorama, la evolución reciente de los precios internacionales de los cultivos compensaría parcialmente este efecto negativo. Respecto de los últimos meses del año pasado, la soja tuvo un incremento en su cotización de U$S 30 por tonelada, al pasar de unos U$S 350 a los actuales U$S 380 (y con posibilidades de continuar en aumento).

Por su parte, el maíz se incrementó de U$S 135 promedio a U$S 145. Con este factor positivo de precios, las pérdidas reales para el sector se verían, en buena parte, compensadas. Sin embargo, muchos de los factores multiplicadores continuarían siendo negativos ya que están relacionados a la producción física de cultivos sin importar su valuación (por ejemplo, la contratación de camiones para transportar menos toneladas que las previstas), remarca el reporte semanal.

A su vez, como la medición del PBI excluye de su cálculo a los precios, esta compensación parcial no se vería reflejada en las cuentas nacionales de manera directa sino solo a través de menores pérdidas económicas para los productores.

Por último, Invecq aclara que este impacto está pensado en base a las últimas estimaciones de la BCR. “Si las lluvias no reaparecen en la zona de los cultivos, los recortes de las estimaciones continuarán y el impacto económico será mayor”.

Desde el gobierno le restan dramatismo a la situación y advierten que la aceleración del crecimiento de Brasil también ayudará a compensar en términos agregados las pérdidas causadas por el mal clima. Desde esta óptica aún mantienen la proyección de crecimiento en el 3,5% promedio para el año. Invecq observa una expansión bastante menor: rondaría el 2,6%.