El frigorífico Quickfood solicitó ayer ante el ministerio de Trabajo de la Nación la apertura de un procedimiento preventivo de crisis luego de que a fines de diciembre comunicara su decisión de despedir a 180 trabajadores de su planta ubicada en la localidad bonaerense de Baradero.
De esta manera la resolución del conflicto quedará ahora en manos del ministerio de Trabajo y mientras la compañía presenta las justificaciones empresariales y/o financieras para avalar su decisión -de acuerdo a lo que establece este recurso legal- no avanzará con los correspondientes despidos, por otro lado los empleados no podrían concretar huelgas.
Lo cierto es que el frigorífico, que actualmente está en manos del grupo brasileño BRF, viene mostrando números negativos, en su período intermedio (9 meses) finalizado el 30 de septiembre, con una facturación de $4.266 millones mostraba pérdidas por $266,1 millones y en su balance anual cerrado en marzo pasado las pérdidas fueron de $463 millones e ingresos de $5.060 millones.
Desde la firma detallan que actualmente se encuentran ante un panorama de costos de producción en constante aumento pero de una demanda que no logra despegar.
En este contexto, también a fines de diciembre, su casa matriz BRF Brasil le realizó a Quickfood Argentina un aporte de capital irrevocable de u$s49,7 millones destinado a evitar una “posible cesación de pagos y un eventual default”, según informaron desde la compañía.
Antes el frigorífico había lanzado al mercado local un programa de Obligaciones Negociables (ON) por hasta $1.000 millones, en su prospecto de emisión detallaban el dinero recaudado sería destinado a refinanciar deudas por poco más de $770 millones y el resto para capital de trabajo y concretar inversiones estimadas en $72 millones.
Lo cierto es que no todas son malas para Quickfood porque fue el frigorífico que recibió mayor tonelaje en la última distribución de la Cuota Hilton con poco más de 3.100 toneladas sobre un total de 25.444 que cotizan en promedio cada una a u$s15.000.
Fuente: Ambito Financiero | Por: Yanina Otero