Panorama agrícola semanal

Tras cinco semanas bajistas consecutivas, los precios de la soja y del maíz en la Bolsa de Chicago y los del trigo en Kansas quebraron la tendencia y terminaron el segmento con saldo positivo. Para la oleaginosa el repunte llegó el viernes, el mismo día en que comenzó a regir el arancel chino del 25% para la mercadería procedente de los Estados Unidos. Sin una tendencia definida, en el mercado local se destacó la firmeza de los valores del trigo 2018/2019.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

  Viernes 6 de Julio Viernes 29 de Junio Diferencia en %
Petróleo 73,80 74,15 -0,47
Dólar/Euro 1,1745 1,1667 +0,67
Real/Dólar 3,8687 3,8773 -0,22
Peso/Dólar* 27,80 28,75 -3,30

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

La muy parcial apreciación del peso le restó valor a la soja durante buena parte de la semana y sólo el viernes se registró una mejora en las cotizaciones por el importante repunte externo. En la transición semanal la oferta por soja disponible bajó de 8100 a 8000 pesospor tonelada para las terminales del Gran Rosario y subió de 7000 a 7100 pesos para Necochea. Para Bahía Blanca, donde las propuestas se hicieron en dólares, el saldo fue positivo, con una mejora de 270 a 275 dólares.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación (Minagro) en $ 7925, mientras que para el martes fue fijado en $ 8076. En el cierre del segmento comercial la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 7743 pesos por tonelada.

Las propuestas por soja de la próxima campaña, para las entregas desde abril, crecieron desde los 270 a los 275 dólares por tonelada. También fue positivo el balance semanal en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde los ajustes de las posiciones julio, noviembre y mayo subieron de 280,30 a 291, de 296,70 a 300,90 y de 279 a 281 dólares por tonelada, respectivamente.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 de julio y el 2 de agosto deben salir desde las terminales del Gran Rosario 40.000 toneladas de poroto de soja, 1.321.509 toneladas de harina y 207.771 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 10.00 toneladas de harina, y desde Necochea, 41.000 toneladas de poroto y 29.022 toneladas de harina.

Acerca de los cultivos, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) dio por terminada el jueves la cosecha 2017/2018 de soja, con un volumen de 36 millones de toneladas, el más bajo de las últimas nueve campañas. “El rinde promedio nacional, de 21,4 quintales por hectárea, refleja una caída de 10,5 quintales respecto del ciclo previo y también se ubica 8,2 quintales por hectárea por debajo al promedio de las últimas cinco campañas. Estas pérdidas de rinde se replicaron a nivel regional a lo largo de toda el área agrícola”, indicó la entidad. Y añadió que durante el ciclo se perdió 1,2 millones de hectáreas sembradas.

 

Tras cinco semanas bajistas consecutivas, y luego de tocar el nivel de precios más bajo en casi 10 años, la soja cerró el segmento con saldo positivo en la Bolsa de Chicago, sustentada en el repunte registrado durante la rueda del viernes. En la transición semanal, las posiciones julio y agosto de la oleaginosa sumaron un 1,80 y un 1,62%, tras pasar de 315,45 a 321,14 y de 317,28 a 322,43 dólares por tonelada. El saldo también fue favorable para la harina de soja, que repuntó un 2,10% al variar de 366,85 a 374,56 dólares por tonelada.

Esta mejora, muy parcial si se tiene en cuenta todo lo perdido en las cinco semanas precedentes, parece un contrasentido, dado que el viernes entró en vigor el arancel chino del 25% para la soja estadounidense del que tanto se habló y especuló durante los últimos casi cuatro meses. Y, posiblemente, en la lectura de los administradores de los grandes fondos de inversión –el viernes fueron activos compradores de contratos de soja– haya pesado el hecho de que, tras el derrumbe de las cotizaciones, la soja estadounidense hoy resulta competitiva, incluso con un arancel del 25%. Claro que esa lectura tendrá una vida muy corta si lo visto el viernes se repite en las próximas jornadas, aunque eso a los fondos no los preocupa, ya que lo suyo es el día a día y no las tendencias.

El viernes también potenció la tónica alcista de los precios el informe semanal sobre las ventas externas estadounidenses, que pareció un movimiento sincronizado frente a la medida china. En efecto, fue positivo resultó en el que el USDA relevó ventas 2017/2018 de poroto de soja por 561.600 toneladas, por encima de las 358.500 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de 200.000 a 500.000 toneladas. Los negocios 2018/2019 fueron relevados en 458.700 toneladas, por debajo de las 642.300 toneladas de la semana pasada, pero por encima del rango esperado por el mercado, de 200.000 a 400.000 toneladas.

Además, en medio de un mercado climático que hasta el momento no tuvo la más mínima chance de imponer su clásica volatilidad, los augurios de tiempo caluroso y seco sobre áreas del Medio Oeste durante los próximos 6 a 10 días sumaron un factor más para los entusiastas.

Sin embargo, más allá de una desmejora semanal de los cultivos mostrada el lunes por el USDA, la campaña marcha muy bien desde el punto de vista agronómico y con un importante adelanto en cuanto a la evolución de las plantas. En efecto, el organismo ponderó el 71% de soja en estado bueno/excelente, por debajo del 73% de la semana pasada, pero por encima del 64% vigente a igual fecha de 2017. El dato oficial quedó por debajo del 72% previsto por los operadores. El dato importante: el USDA marcó que el 27% de las plantas atravesó la etapa de la floración, contra el 12% de la semana pasada; el 17% de igual momento del año pasado, y el 13% promedio.

Entonces, frente al aparente renacer de las cotizaciones de la soja visto en el cierre de la semana, convendría no perder de vista que la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, lejos de ir hacia una vía de solución, tiende a agravarse, con declaraciones cruzadas temerarias desde una y otra trinchera. Además, hay consenso en el mercado en cuanto a que el jueves el USDA, en su informe mensual de oferta y demanda de granos, elevará su previsión sobre el volumen de las existencias finales estadounidenses 2018/2019, a partir de un necesario sinceramiento de la meta de exportaciones. En este sentido, el viernes la agencia Reuters publicó el relevamiento de las expectativas privadas y el promedio de las estimaciones ubicó el stock final en 12,82 millones de toneladas, un 22,33% arriba de la cifra dada por el organismo en junio, de 10,48 millones.

Por esto, y por la posible revisión del volumen proyectado para la cosecha, la recomendación es la cautela. Si bien resulta difícil imaginar la soja debajo de los 300 dólares por tonelada en Chicago, es necesario tener en claro que la rueda de viernes no implicó el fin de los fundamentos que condujeron al valor de la oleaginosa al peor nivel de los últimos casi 10 años.

MAÍZ

Sin una tendencia definida cerraron la semana los precios del maíz argentino. En efecto, mientras en el Gran Rosario el cereal se mantuvo estable, en 4300 pesos por tonelada, en Necochea bajó de 4300 a 4200 pesos. Para Bahía Blanca la transición fue de 4500 pesos a 158 dólares por tonelada, que el viernes fueron equivalentes a 4392,40 pesos.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por el Minagro en $ 4128, mientras que para el martes fue fijado en 4213 pesosLas ofertas de los consumos relevadas por la BCBA por maíz seco se ubicaron entre 4000 y 4250 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.

La propuesta por el maíz de la próxima cosecha, con entrega entre marzo y abril, bajó de 158 a 155 dólares por tonelada. La falta de una tendencia definida también se reflejó en el Matba, donde mientras la posición julio subió de 153 a 157 dólareslos contratos septiembre y abril retrocedieron de 162,30 a 160,50 y de 165 a 162 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 de julio y el 2 de agosto deben salir desde las terminales del Gran Rosario 1.445.806 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 305.950 toneladas; desde Necochea, 46.390 toneladas, y desde otros puertos, 36.000 toneladas.

Respecto de los cultivos, la BCBA relevó el avance de la cosecha de maíz para grano comercial sobre el 63% del área apta, con un progreso semanal de 7,4 puntos. “El rendimiento medio nacional se ubica en 63,5 quintales por hectárea y las pérdidas de área ya son de 171.000 hectárea”, dijo la entidad. Agregó que a la baja en la humedad de los granosde los lotes tardíos se sumó la liberación de máquinas, luego de culminada la cosecha de soja. “Los mayores avances se relevaron sobre Chaco, Santiago del Estero y Córdoba.Los rendimientos en el norte del país se mantienen cercanos al promedio de las últimas campañas, particularmente en el oeste de la región NEA. Ya en el centro del área agrícola nacional, los cuadros de segunda ocupación se mantienen con rindes bajos”.

 

Al igual que la soja, el maíz logró quebrar la racha bajista de cinco semanas consecutivas en la Bolsa de Chicago, aunque sus mejoras resultaron mínimas. En efecto, las posiciones julio y septiembre sumaron un 0,43 y un 0,20%, al pasar de 137,89 a 138,48 y de 141,53 a 141,82 dólares por tonelada. La influencia alcista del fuerte repunte de los precios de la soja el viernes fue la única responsable del balance semanal positivo del maíz. No hubo nada más en el camino del cereal.

En lo agronómico, la campaña estadounidense evoluciona en buena forma. Así lo reflejó el USDA el lunes en su informe semanal, donde ponderó el 76% del maíz en estado bueno/excelente, por debajo del 77% de la semana pasada, pero por encima del 68% vigente un año atrás. El dato oficial quedó en línea con lo previsto por los operadores. El organismo añadió que está polinizado el 17% de las plantas, contra el 5% de la semana pasada; el 9% vigente un año atrás y el 8% promedio de las últimas cuatro campañas.

Resultó negativo el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses, dado que el USDA relevó el viernes ventas 2017/2018 de maíz por 440.700 toneladas, por debajode las 849.900 toneladas del reporte anterior y del rango previsto por los operadores, de 500.000 a 800.000 toneladas. Las operaciones 2018/2019 totalizaron 232.100 toneladas, por debajo de las 636.800 toneladas de la semana pasada y del rango calculado por los privados, de 300.000 a 500.000 toneladas.

También en línea con lo que se espera para la soja, el mercado considera que el jueves el USDA elevará el nivel de las existencias finales estadounidenses 2018/2019, que el promedio de las principales estimaciones privadas las ubicó en 43,49 millones de toneladas, un 8,62% arriba de los 40,04 millones proyectados por el organismo en su reporte de junio.

TRIGO

La semana de negocios dejó altibajos para los precios del trigo. Por grano disponible las ofertas de los exportadores bajaron de 5950 a 5900 pesos por tonelada para el Gran Rosario y de 225 a 215 dólares para Bahía Blanca. Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por el Minagro en $ 6484, mientras que para el martes fue fijado en 6450 pesosEl rango de ofertas de los molinos relevado a diario por la BCBA creció de 5750/6900 a 6000/7200 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.

En cambio, las ofertas por el trigo de la próxima cosecha, para las entregas entre diciembre y enero, crecieron de 175/178 a 185/190 dólares por tonelada. Los mismos altibajos se reflejaron en las pizarras del Matba, que mostraron una baja en el ajuste de la posición julio, de 246,50 a 238 dólares por tonelada, y un alza del contrato enero, de 181,20 a 192,50 dólares por tonelada.

En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 4 de julio y el 2 de agosto deben salir desde el Gran Rosario 85.000 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 73.000 toneladas, y desde Necochea, 27.000 toneladas.

Acerca de los cultivos, el jueves la BCBA relevó el avance de la siembra de trigo sobre el 79,2% de los 6,1 millones de hectáreas sembrados. “Los mayores progresos de siembra se relevaron sobre las regiones del centro y del sur del área agrícola nacional, mientras que en el norte del país restan los últimos lotes por implantar. En números absolutos se incorporaron más de 4,8 millones de hectáreas, con un adelanto interanual de 6,5 puntos porcentuales. En cuanto al crecimiento y el desarrollo del cereal, se relevaron los primeros lotes en etapa de espigazón bajo una condición de cultivo entre normal y regular”. La entidad agregó que según el informe de estado y condición de cultivos, el 71,9% de la superficie triguera nacional presenta una condición de humedad entre adecuada y óptima, permitiendo avanzar con fluidez con las labores de siembra. “Sin embargo, un 7,2% del área mantiene un estado de sequía, principalmente sobre el NOA, el NEA, Córdoba y el centro-norte de Santa Fe, que provoca una desmejora en la condición de los lotes que transitan etapas iniciales del ciclo fenológico”. Por último, la implantación continúa avanzando sobre Buenos Aires y La Pampa, con progresos regionales que promedian entre el 55 y el 75%. “Los lotes implantados en fechas tempranas se encuentran en macollaje, mientras que el resto del cereal transita etapas de emergencia y diferenciación foliar con una condición de humedad adecuada”.

 

Resultó positivo el balance de la semana para los precios del trigo en los Estados Unidos. Los contratos julio y septiembre en la Bolsa de Kansas sumaron un 4,57 y un 5,02%, al pasar de 172,97 a 180,87 y de 179,49 a 188,50 dólares por tonelada. En Chicago, las mismas posiciones recuperaron un 3,06 y un 2,79%, tras variar de 182,80 a 188,40 y de 184,18 a 189,32 dólares por tonelada.

La caída esperada de la producción de trigo en la Unión Europa y en Rusia, como consecuencia de las malas condiciones climáticas, fue el principal fundamento alcista para el cereal estadounidense en la semana, dado que tras los problemas padecidos en el segmento exportador durante el ciclo 2017/2018, ahora el panorama se presenta más alentador para la mercadería de los Estados Unidos. Seguramente los productores de trigo de las Grandes Planicies deben estar rogando no quedar también ellos envueltos en alguna guerra comercial con los países compradores…

Fuera de lo antedicho, la presión de la cosecha continúa. El lunes el USDA relevó el avance de la recolección de los trigos de invierno sobre el 51% del área apta, frente al 41% de la semana pasada; al 51% reportado un año atrás, y al 49% promedio de las anteriores cuatro campañas. El dato oficial quedó por debajo del 56% previsto por el mercado. El organismo ponderó el 37% de los cultivos en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada, pero por debajo del 48% vigente a igual momento de 2017. El dato oficial quedó en línea con la expectativa de los operadores.

En cuanto al trigo de primavera, el USDA indicó que está espigado el 58% de los cultivos, contra el 34% de la semana pasada; el 56% de igual momento del año pasado, y el 48% promedio. El 77% de los cultivos fue ponderado en estado bueno/excelente, sin cambios respecto de la semana pasada, pero muy por encima del 37% vigente un año atrás. El nuevo dato oficial quedó por encima del 76% previsto por los operadores.

Resultó neutro el informe semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, dado que el viernes el USDA relevó ventas de trigo por 440.100 toneladas, por debajo de las 563.700 toneladas del reporte anterior, pero dentro del rango previsto por el mercado, de 300.000 a 500.000 toneladas.

De cara al informe mensual del USDA del jueves, el promedio de las estimaciones privadas ubicó las existencias finales 2018/2019 de los Estados Unidos en 26,48 millones de toneladas, por encima de los 25,75 millones del mes pasado.