Las exportaciones sostienen al maíz mientras la soja baila al compás de la geopolítica

En el mercado de referencia de Chicago, la cotización de la soja se dirime a la luz de las noticias de política comercial internacional, mientras que el maíz recibe soporte de los alentadores datos de exportación. En Argentina, la oleaginosa sufre por la debilidad de las primas de exportación cediendo protagonismo al maíz.

La soja comenzó a partir de los últimos días de la semana pasada una importante recuperación en el Mercado de Chicago, alentada por las negociaciones comerciales entre el gobierno estadounidense y las autoridades de la Unión Europea. Como resultado de este acercamiento, el presidente de la Comisión Europea y el presidente de Estados Unidos, anunciaron la semana pasada un acuerdo comercial que incluye a sectores como el agrícola y el energético. A partir de éste, según expresó Donald Trump, Europa acordó importar más soja estadounidense, aunque algunos analistas subrayan que este es un acto más bien simbólico y que poco puede cambiar el panorama de comercio exterior de la oleaginosa americana ya que la Unión Europea no impone actualmente aranceles a las importaciones de este producto.
Por otro lado, con la abrupta caída de la soja estadounidense en relación a la originada en otros puertos se reactivó la demanda de exportación, fundamentalmente Brasil. Así, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos informó que las ventas externas semanales totalizaron 1,5 millones de toneladas, superando las proyecciones de los operadores que oscilaron entre 400 y 900 mil toneladas.
En este contexto, las primas FOB estadounidenses mostraron una cierta recuperación en la semana, que achica la brecha con los precios ofrecidos en Sudamérica aunque continúa siendo claramente negativa, tal como muestra el gráfico adjunto. Incluso si la Unión Europea acelera sus compras de soja norteamericana, éstas nunca serán suficientes para compensar la pérdida del mercado Chino, lo que explica que aún continúen más débiles que las primas FOB de Argentina y Brasil.
En relación a la condición de los cultivos en Estados Unidos, continúa observándose un acelerado desarrollo en la campaña actual en relación al promedio de las anteriores. Hoy el 38% del maíz está llenando granos y el 60% de la soja fructificando, cuando en el promedio de los últimos cinco años dichos porcentajes eran 8% y 41%, respectivamente. Al mismo tiempo, el 72% del cultivo de maíz estadounidense se encuentra en condiciones buenas y excelentes, en tanto que en el caso de la soja el 70% reviste tal calificación, en ambos casos más de 10 puntos porcentuales por encima de los registros del año anterior. A pesar de ello, se sigue con atención el desarrollo del clima en Estados Unidos. Las temperaturas algo más altas de lo normal hacen que los pronósticos cobren especial relevancia, destacándose cierto déficit de precipitaciones en los próximos 10 días para algunos estados productores claves.
En el caso del maíz, un aliciente adicional para los precios vino de la suba del valor del trigo y los alentadores datos de exportación. Si bien los registros iniciales de ventas externas estadounidenses venían estando en línea con el promedio de los últimos cinco años, éstos aún quedaban muy por debajo de los valores del año pasado. Sin embargo, las buenas anotaciones de las últimas semanas han permitido acortar la brecha dando un sostén adicional a los precios.
Para cerrar, la atención del mercado vira ya al reporte mensual de estimaciones de oferta y demanda que el USDA publicará el próximo viernes. En el caso del maíz, descontando ya una caída en el nivel mundial de inventarios, cualquier sorpresa del lado productivo podría ajustar aún más el balance del grano clave para el consumo mundial. Por el lado de la soja, el mercado ya se acomodó a la expectativa de una oferta holgada en EEUU (según el organismo, se espera que el ratio stock/consumo en EEUU alcance su valor más alto en 12 años la próxima campaña), pero si a ello se le sumase un recorte adicional en las exportaciones previstas, la presión sobre los precios podría ser notoria.
El mercado local
En la plaza local, los precios de los granos gruesos han mostrado variaciones dispares en la semana. Por una parte, los precios de referencia que publica diariamente la Cámara Arbitral de Cereales, muestran una caída semanal muy fuerte en el caso de la soja, que pasó de valer $ 7.600 /t el jueves pasado, a tener un precio estimado de $ 7.100 /t durante el día de ayer, presionada por la caída de las primas FOB de la harina de soja y la baja del poroto en Chicago. Por su parte, el maíz experimentó una suba de 85 pesos en la semana, cerrando ayer en $ 4.510 /t. Esta situación generó que se realizaran pocos negocios por la oleaginosa, mientras que el cereal sí presentó algo de movilidad en el segmento disponible​
La estrella del momento es el maíz, en pleno ingreso estacional de las variedades de segunda o tardío. Al respecto, pese a la brutal sequía que afectó prácticamente a la totalidad de la zona productiva argentina el último verano, el ingreso de grano desde que comenzase la campaña 2017/18 hasta el mes de julio inclusive aún no da cuenta de la caída, descontándose que la misma se sienta con más fuerza en lo sucesivo.
Según muestra el gráfico adjunto, el ingreso de camiones con maíz según surgen de los registros de entregadores entre los meses de marzo y julio inclusive se ubican apenas un 4% por debajo de la campaña anterior a la misma altura, aun cuando la producción estimada ha caído un 15%.
En cuanto a la comercialización de soja, como ya se ha mencionado en informativos previos, la actual campaña 2017/18 ha presentado una dinámica de negocios muy activa, al punto de que al 25 de julio se llevaba comprado el 78% de la producción nacional, con 27,5 millones de toneladas adquiridas entre el sector exportador y el industrial. Esto deja sólo 7,6 MT disponibles para la venta doméstica, y eso sin contar el volumen que será destinado a semillas y otros usos. Nos encontramos frente a un mercado muy ajustado.
Por el lado de la soja nueva (2018/19), a pesar de que se estima una producción notablemente superior a lo que fue la cosecha 2017/18, las adquisiciones de los exportadores e industrias presentan un aletargamiento respecto al año pasado a la misma altura, sumando 1,2 millones de toneladas, contra 1,7 en el ciclo anterior. Sin embargo, si se compara con el período 2016/17, se puede observar que ya se han comprado 200 mil toneladas más que en aquel momento a la misma altura del año.
Es digno de mención que en los ciclos comerciales 2013/14, 2014/15 y 2015/16, para este momento del año todavía no se había comenzado la comercialización de soja nueva.
Inversamente, del lado de las exportaciones, éstas vienen mostrando un ritmo más acelerado para la campaña próxima que para la actual. Al día jueves, las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) informadas por el Ministerio de Agroindustria suman 17,4 millones de toneladas soja equivalente (1,5 de poroto más 12,2 de subproductos y 2,1 de aceite) unos 6,5 Mt menos que el año pasado, en tanto que para ventas del ciclo 2018/19 se comprometieron ventas por 780.000 toneladas poroto equivalente (270.000 de poroto más 380.000 de subproductos y 80.000 de aceite de soja), cuando en los 7 años anteriores no se había presentado ninguna declaración jurada para esta altura del año.
Lo anterior permite ser más optimistas para el comercio exterior del nuevo ciclo, lo cual tendrá un alto impacto positivo en el nivel de actividad, empleo y generación de divisas de nuestra región.
Fuente: Franco Ramseyer-Blas Rozadilla-Emilse Terré  BCR