La Niña pega fuerte en Argentina, y el USDA acompaña los precios

Desde hace ya bastante tiempo, el mercado viene agregándole prima climática a los precios en Chicago. Argentina, como jugador clave en el mercado de la harina de soja, es la gran incógnita.

Escasas lluvias desde diciembre generan temor entre los productores pampeanos, que se encuentran al momento en un momento bisagra. ¿Por qué? Básicamente, porque el maíz temprano no va a rendir lo que estimaban, habiendo sufrido estrés hídrico en floración allá en diciembre. También, porque la siembra de los cultivos de segunda ya acusan problemas: la floración de un maíz de segunda de escaso porte está a pocos días, y las sojitas de segunda también necesitan de agua imperantemente para comenzar a fructificar de manera adecuada.

En todo este escenario, tuvimos un reporte en la jornada del jueves 8/2, en el cual el Departamento de Agricultura de EUA publicó sus estimaciones. En soja, nos bajaron de 56 M tn a 54 M tn, pero lo inverso hicieron con Brasil en tal cuantía: de 110 M tn a 112 M tn. Efecto neutro. Pero lo que sí impulsó los precios, fue que el recorte de exportaciones para EUA fue menor de lo esperado. Concretamente, 1,77 M tn de recorte. A su vez, la CONAB estima una producción un poco superadora para Brasil: 111,5 M tn vs 110,4 M tn de enero y 114,1 M tn de 2016/17. ¿Las causa de la suba? Buenas condiciones climáticas sumado al elocuente crecimiento en el área, de 3,3 % interanual. También este jueves la BCBA bajó su estimación productiva, de 51 M tn a 50 M tn, dato no menor, habiéndole bajado la semana pasada 2 M tn, de 53 M tn a 51 M tn. Claramente, la causa es la falta de lluvias que ponen en jaque la producción.

Por el lado del maíz, mantuvieron a Brasil en 95 M tn, a pesar de la baja de la CONAB, que pusieron la estimación en 88 M tn vs 92,3 M tn de enero y 97,8 M tn 2016/17. Para el maíz temprano, la pérdida de productividad (estimada en 5 qq/ha a nivel nacional), sumada a una reducción en el área estaría propiciando una caída de más del 18 % interanual (casi 25 M tn menos). El maíz de safrinha, implantándose en este momento (10 % al 2/2), está estimado en 63,26 M tn, lo que representaría una caída de más del 6 %, explicado en gran parte por el recorte el área a sembrar: más de 1,1 M ha (6,6 % menos interanual). ¿Y nosotros? 3 M tn menos de acuerdo con el USDA, lo que nos deja en 39 M tn, un valor impensado al momento de dar la patada inicial de esta campaña, con todas las estimaciones bien por encima de las 40 M tn.

Los precios están en sintonía con esta situación incierta que nos trajo La Niña: la soja local no copia las bajas, y la relación está prendida fuego: 75,5 % contra las 72,5 % teórica. El maíz, over Chicago tanto abril como julio, más de u$s 13 /tn el basis abril y u$s 5,5 /tn el julio. Incluso con los movimientos en Chicago post-WASDE, los movimientos en MATba fueron pequeños, relativamente. ¿Hasta cuándo pueden sostenerse estos precios? La única manera de que corrijamos a la baja, es con un febrero llovedor, que venga a aplacar los temores, cuando la soja transite masivamente el llenado (R5-R7).

Otra cuestión será lo que suceda con la siembra 2018/19 en EUA, con gran parte de las regiones productivas bajo sequía. A priori, y con estos precios, sería más rentable para los farmers sembrar más maíz que soja, lo inverso del año pasado.

A estos precios, los márgenes son positivos en gran parte del área nacional. La cuestión está en los rendimientos, que habrá que ver zona por zona, si se alcanza mínimamente aquellos presupuestados, como para tomar algo de precios en el caso de no haberlo hecho todavía.

Fuente: Aapresid