En cinco años las exportaciones de cítricos misioneros pasaron de más de 12.000 a 800 toneladas por año

Las exportaciones del sector citrícola de Misiones atraviesan por un momento complicado, con una caída sostenida durante los últimos años. “En el mejor momento, allá por el 2011 – 2012 estábamos con un volumen de exportaciones de unas 12.600 toneladas, mientras que en la última campaña apenas llegamos a las 800 toneladas”, comentó el subsecretario de Desarrollo y Producción Vegetal de Misiones, Yaco Mazal.

El funcionario participó esta semana de la reunión que mantuvo la Mesa de Competitividad Citrícola con el ministro de Agroindustria, Miguel Etchevehere, y todo su gabinete. En ese encuentro el sector planteó la necesidad de contar con medidas “urgentes” para reactivar los embarques.

Para recuperar la competitividad los citricultores locales necesitan un esquema impositivo más “amigable”, programas de incentivo y reforzar los esquemas de control de plagas, como el caso del HLB que ya registró 200 casos en Misiones. “Una ley de emergencia como la que tiene la producción de peras y manzanas, más un incremento de los reintegros a las exportaciones del 5% al 8% son medidas que podrían beneficiar a la actividad”, sostuvo Mazal. También contar con fondos para un programa de producción de plantines sería muy útil, ya que se podría evitar que algunos productores ingresen ejemplares enfermos de países vecinos.

Como dato positivo se destaca que en las quintas misioneras se mantiene constante la producción de cítricos (en su mayor parte mandarinas). Son unas 65.000 toneladas, que en un 60% se destinan al consumo como fruta fresca en el mercado interno y el resto a la industria de los jugos. Para evitar daños en las plantaciones es vital sostener los esquemas de control fitosanitario. En ese sentido, varios de los presentes en la reunión cuestionaron los despidos de personal del SENASA, ya que este organismo es considerado ante los ojos del mercado internacional como un garante de la sanidad y calidad de los alimentos que produce la Argentina.

En otro tramo de la entrevista Mazal hizo referencia a la mejora del tipo de cambio, ya que un repunte en el dólar asomaría – a priori- como un dato alentador para las exportaciones. “Sucede que los costos subieron al ritmo de la cotización de dólar”, aclaró.

En mayo del año pasado Brasil abrió sus puertas a los cítricos argentinos. Allí se divisa una oportunidad, aunque requerirá trabajo y tiempo para convertirse en un destino importante para la fruta de Misiones; habitualmente orientada al mercado de la Unión Europea. “Lo primero que nos pidieron desde Brasil fue naranja ombligo, pero nuestro fuerte es la mandarina, así que vamos a ver en estos meses cómo hacemos para entrar con mandarinas. Ellos también las producen y son muy defensores de su actividad, así que tenemos que ofrecer un producto en contra estación, cuando ellos tengan demanda”, detalló Mazal. “Estamos ante una situación compleja -resumió- hay que trabajar en las medidas impositivas y de incentivos que necesita el sector”.