Aapresid: la biomasa y su potencial energético ambiental

La segunda jornada del XXVI Congreso de Aapresid “Sustentología” contó con dos destacados referentes investigativos del INTA que expusieron sobre el potencial que tiene para las zonas rurales la aplicación de métodos de generación de energía renovable y descentralizada.

 

“Transformando biomasa en energía: viabilidad y perspectivas” fue uno de los paneles destacados de la segunda jornada del XXVI Congreso de Aapresid “Sustentología”. El ingeniero agrónomo del INTA Jorge Hilbert se refirió a la integración de la transformación de biomasa a los sistemas productivos tomando como referencia la experiencia italiana del “biogás hecho correctamente” (BDR) y su perspectiva para la Argentina. Por su parte, la directora en Biofísica de ese mismo organismo Mercedes Echarte compartió detalles del proyecto de Unidad Demostrativa de producción de biogás y creación de una cooperativa de energía rural en la localidad de Los Pinos, provincia de Buenos Aires, como un medio para mejorar la calidad de vida de comunidades vulnerables.

 

La disertación de Hilbert se basó en los conceptos de uso integral de la biomasa con generación de energía y productos de valor agregado en los sistemas productivos tomando como ejemplo el caso biogas hecho correctamente (biogás donde right – BDR). Expuso los resultados de los últimos estudios realizados sobre sustentabilidad y huellas de bioetanol, biogás y biodiesel en la Argentina, y planteó los desafíos y oportunidades que se le presentan al sector para integrarse a estos nuevos mercados.

 

“BDR consiste en una serie de medidas entre las cuales está el doble cultivo, uso de diversos residuos en biodigestión, empleo de los digestatos con mejoramiento de los suelos, uso integral de la energía térmica y eléctrica producida”, definió, y mencionó un estudio global realizado a fin de dimensionar la potencialidad de BDR en Estados Unidos, Italia, Francia, Reino Unido y Argentina.

 

De allí se desprende que, en cuanto a nuestro país, la potencialidad supera el volumen de gas importado actualmente por una suma superior a los 2.300 millones de dólares y que la difusión del BDR permitirá solucionar diversas problemáticas agronómicas como la falta de nutrientes, el deterioro de los suelos, la resistencia a malezas el uso de agroquímicos extensivo bajas rentabilidades y deficiencia en energía.

 

“La cantidad de residuos agrícolas, la necesidad de preservar la productividad de los suelos y la de reducir los productos químicos brinda una oportunidad enorme para el biogás hecho correctamente. Por el lado de la energía, la política actual de energía renovable y las crecientes importaciones de gas en dólares también aumentan la trascendencia de un plan correcto de biogás”, dijo, y destacó que el biogás está aumentando su participación en diferentes regiones del país.

 

Hilbert subrayó que Argentina atraviesa un déficit considerable en el intercambio comercial y las facturas de importación de energía se están volviendo muy importantes (56% del déficit de 8427 millones de dólares en 2017). En este sentido, precisó que la participación del gas argentino en la matriz nacional es muy relevante (cerca del 50% en los últimos tres años) la extensión interna de la red de gas supera los 15,000 km y el uso del sector del transporte comprende a más de 1,6 millones de vehículos. Estas características –sintetizó- abren un buen desafío para el potencial de Bio metano dentro del concepto BDR.

 

Desde el punto de vista agronómico enumeró los desafíos que enfrenta el sector: déficit energético y creciente dependencia de combustibles importados; déficit nutricional de los suelos; incremento de los ciclos hídricos; resistencia de malezas; ajustados márgenes de ganancia; reducción de la materia orgánica y deterioro físico de suelos; costo creciente de los fertilizantes; contaminación por efluentes de napas freáticas ríos y lagunas; y altos niveles de emisiones a la atmósfera de residuos orgánicos; entre otros.

 

“Una aplicación sistémica y profesional de la tecnología del Biogas permitiría abordar y aportar soluciones a la mayoría de los puntos citados para lo cual se requiere de una visión sistémica del mismo teniendo en cuenta las implicancias del buen uso de todos sus productos”, apuntó.

El sistema BDR es un ejemplo de agricultura multifuncional y sostenible basada en un suelo cultivado de un año, reciclaje eficiente de materia orgánica y nutrientes, prácticas de labranza de conservación, y se está aplicando en varios campos de productores agropecuarios en Italia.

 

“La agricultura tradicional con preponderancia a los monocultivos como soja y maíz solo permite una producción de material verde fotosintético en un período limitado del año quedando los suelos descubiertos más de 5 meses al año usando para ello cada vez mayores dosis de herbicidas, generando resistencia de las malezas y una baja productividad anual. En campos comerciales en Italia la introducción de cultivos de cobertura ha provocado un incremento de la biomasa total sobre el suelo pasando de 10 tms / ha año, a un sistema de cultivo secuencial (dos cultivos por año, con 30 tms  /ha año. La biomasa adicional producida se utiliza para alimentación de ganado y como parte de las materias primas para las plantas de biogás”, afirmó.

 

Asimismo, agregó que el reciclado de digestato en las tierras de cultivo da como resultado una mayor tasa de entrada de materia orgánica en comparación con el sistema convencional. Las pérdidas de carbono por el uso del biogás se compensan por la menor degradación del carbono después de la aplicación en el campo del digestato (Möller, 2015) y por el carbono adicional fijado por la segunda cosecha, parcialmente reciclado como digestato también.

“La implementación de BDR en los campos de Argentina y Latinoamérica puede brindar una serie de beneficios que reducen significativamente la Huella de Carbono de los productos agrícolas. Entre estos beneficios, el aumento de SOC puede ser particularmente significativo en el corto y mediano plazo”, consideró.

 

Al momento de mencionar las biomasas de integración del biogás refirió las siguientes matrices: cultivos secuenciales; los cultivos antes o después de cultivos principales; residuos de cultivo principal, efluentes del ganado y subproductos agroindustriales.

La experiencia adquirida por el Consorcio Italiano de Biogas donde se aplica el principio del BDR puede resumirse en los siguientes puntos:

 

-Profundizar el concepto de economía circular y reciclado

-Incrementar el número y valor de los productos elaborados a campo

-Equilibrar el balance nutricional de los suelos reduciendo o eliminando los fertilizantes químicos

-Minimizar el uso de tierra agrícola adicional fomentando los intercultivos y cultivos de cobertura

-Lograr plantas flexibles que se adapten a diferente tipo de sustratos

-Reducir la contaminación de suelos, agua y gases efecto invernadero

-Producir diferente tipo de vectores energéticos (térmico, eléctrico, mecánico y gaseoso)

-Potenciar el desarrollo económico y el empleo de calidad en las áreas rurales

 

Para finalizar, Hilbert afirmó que, visto a nivel de productor, el Biogas permite mejorar la estabilidad económica y el flujo de caja posibilitando inversiones a mediano y largo plazo, y comentó que existen casos verificados de productores que en ocho años pasaron de facturas 100 mil euros/año a 12-13 millones de euros por año. “Si bien el contexto europeo brinda condiciones óptimas en cuanto distancias cortas, buenos sistemas de comunicación y alta industrialización agroindustrial rural, en Argentina hay nichos donde se puede aplicar en diversas regiones con un alto potencial”, cerró.

La experiencia de Los Pinos

 

A su turno, la doctora en Biofísica del INTA Mercedes Echarte tomó la palabra para disertar sobre la Unidad Demostrativa de producción de biogás en la localidad de Los Pinos, provincia de Buenos Aires. “Las evidencias de cómo las intervenciones energéticas en el ámbito rural pueden promover el desarrollo del sector son aún escasas”, dijo, y destacó que en Argentina la ruralidad está asociada a escasas oportunidades de crecimiento económico y bajo acceso a infraestructura y servicios básicos. “Aunque el grueso de las pequeñas poblaciones rurales, tengan acceso a energía eléctrica, el suministro de la red nacional allí se ha tornado cada vez más inestable, con cortes y picos de tensión cada vez más frecuentes. El costo de los combustibles fósiles resulta particularmente alto en los hogares de localidades remotas, donde los combustibles basados en la biomasa sólida (leña y carbón) resultan la principal fuente de energía doméstica”, explicó. La combustión ineficiente de los mismos –acotó- no solo genera contaminantes y promueve la deforestación (contribuyendo al calentamiento global) sino que además produce efectos negativos en la calidad de vida y la salud de la comunidad.

 

“La creciente demanda global de energía y los problemas ambientales relacionados a las actividades agrícola-ganaderas que enfrentan las comunidades rurales en la actualidad, visibilizan a la biomasa y los residuos orgánicos derivados de las actividades productivas como fuentes de generación de energía de carácter renovable, potencialmente sustentable y de relativo bajo impacto ambiental”, dijo Echarte. En este contexto la producción de biogás representa una tecnología clave para el uso sostenible de los recursos a la vez que su alta flexibilidad permite adaptar la tecnología a necesidades específicas teniendo en cuenta la biomasa disponible a nivel local.

 

Tras hacer esa caracterización, se dispuso a exponer los beneficios ambientales, energéticos, organizacionales y económicos que la producción de biogás puede aportar a una comunidad rural pequeña a través de la construcción de una Unidad Demostrativa de producción de biogás en Los Pinos, provincia de Buenos Aires.

 

Allí, en esa pequeña localidad de las sierras de Tandil, la producción de biogás representa una tecnología capaz de ofrecer solución a los diferentes problemas que enfrenta la comunidad: diversificar la matriz energética, mejorar el acceso a la energía, disminuir la contaminación, mitigar el calentamiento global (por reemplazo de combustibles fósiles), generar fuentes de empleo y por lo tanto, contribuir a retener su población y promover el desarrollo rural de manera sustentable.

 

El proyecto en curso consta de la construcción de una Unidad Demostrativa de producción de biogás que procesará residuos pecuarios de establecimientos próximos a la localidad. Según detalló, como producto del proceso se obtendrá: biogás que será acondicionado y distribuido mediante una mini-red construida ad-hoc; y bio fertilizantes a partir del efluente del proceso. Para tal fin, se organizará a la comunidad para la administración, operación y mantenimiento de la Unidad en un modelo de trabajo asociativo. La iniciativa incluye además acciones destinadas a generar mayor participación en la comunidad, específicamente destinadas a crear interés en las energías renovables y aumentar la preocupación por el cuidado de los recursos y el medio ambiente.

 

Para su concreción, contó, fue indispensable conseguir el apoyo y crear alianzas con el gobierno local y la comunidad de Los Pinos. Echarte enumeró los logros que se consiguieron a partir de la sinergia conseguida entre la comunidad, el gobierno y los organismos de Ciencia y Técnica involucrados. Entre ellos destacó el relevamiento de la demanda energética de la comunidad; la construcción de la Cooperativa de Servicios y Consumo Los Pinos Limitada y la consiguiente generación de empleo calificado; el diseño de un biodigestor anaerobio del tipo mezcla completa con domo de EPDM, termostatización y agitación automática; y el diseño de la red de gas para 20 domicilios en la fase experimental.

 

“La constitución de un equipo transdisciplinario que incluye actores del ámbito científico académico, gobierno municipal y comunidad rural, y sus esfuerzos conjuntos han permitido co-crear conocimiento robusto y capacidad técnica para promover la consolidación de una cooperativa de energía rural sostenible –y su futura replicación- como un medio para mejorar la calidad de vida de comunidades rurales vulnerables”, concluyó.

Fuente: Prensa Aapresid