Aapresid: apuntes de residualidad de nitrógeno de vicia en la rotación

El ingeniero agrónomo e investigador del INTA Oliveros Fernando Salvagiotti brindó una interesante exposición en la segunda jornada del XXVI Congreso de Aapresid “Sustentología” referida a la residualidad de nitrógeno de vicia en la rotación. “La propuesta para la región pampeana de incluir el trigo posterior a la cosecha de maíces de siembra tardía presentará un fuerte déficit de nitrógeno y el éxito productivo de la misma dependerá del manejo que se realice de la fertilización nitrogenada”, sentenció para introducir su disertación. Y señaló que desde el punto de vista del manejo del sistema, los cultivos incluidos previo a la implantación de la secuencia maíz-trigo van a generar un impacto diferente en la dinámica del N en la secuencia y, por ende, en la respuesta a la fertilización nitrogenada en los cultivos de maíz y trigo siguientes. “La inclusión de cultivos de cobertura (CC) o de cosecha en el invierno figuran entre estas alternativas”, especificó, y citó como ejemplo las gramíneas de invierno o leguminosas o cultivos de grano como el trigo, la cebada, la arveja o la lenteja.

Asimismo señaló que: “cada uno de estos cultivos afectará de manera diferente la dinámica del nitrógeno (N) en el sistema, en especial si se incluyen leguminosas, dado su aporte a través de la FBN, el bajo índice de cosecha de N comparado con leguminosas estivales y la baja relación C:N que acelera el balance inmovilización-mineralización del N de los residuos”, explicó.

Tras ello, pasó a presentar resultados de experimentos donde se evaluó la respuesta a la fertilización nitrogenada de los cultivos de la secuencia maíz tardío y trigo posterior implantados sobre distintos cultivos invernales previos a la siembra del maíz. Según precisó, se realizaron dos ensayos de fertilización nitrogenada en maíz de siembra tardía y trigo posterior en un campo de producción de la localidad Uranga 2015/16 (maíz) – 2016/17 (trigo) implantados en siembra directa.

En cuanto al efecto del antecesor en el cultivo de maíz de siembra tardía afirmó que no se encontraron diferencias significativas en rendimiento de maíces tardíos entre niveles de N para los antecesores vicia, arveja y barbecho. “Solo el antecesor trigo mostró respuesta significativa a la adición de N. La respuesta en este cultivo mostro que la máxima producción se obtendría con la adición de 190 unidades de N y la máxima respuesta seria de 8489 kg de grano por ha.

Bajo estas condiciones, la dosis optima económica fue de 106, 100 y 92 kg ha-1 N respectivamente para una relación 5:1, 10:1 y 20:1 de del precio fertilizante respecto al cereal”, apuntó.

Sobre el efecto del antecesor en el cultivo de trigo sembrado sobre el maíz de siembra tardía observó que en el cultivo de trigo posterior se evidenció una respuesta significativa a todos los antecesores invernales a la aplicación de N. En ese sentido, en los tratamientos testigo se observaron diferencias significativas entre los antecesores, con rendimiento mínimo en trigo 1103 kg ha-1, seguido de arveja y barbecho 1393, 1539 kg ha-1 y máximo en vicia 1961 kg ha-1. La magnitud de la respuesta a la fertilización fue: 2919, 2654, 2612 y 2165 kg ha-1, para trigo, arveja, barbecho y vicia respectivamente.

La dosis de N donde se obtuvo el máximo rendimiento en cada antecesor, varió desde 208 kg ha-1 de N en vicia, 217 kg ha-1 de N en arveja, 250 kg ha-1 de N en barbecho y 308 kg ha-1 de N sobre antecesor trigo. El mayor contraste se observa comparando a este último que requiere 100 kg ha-1 N más para la misma productividad que sobre antecesor vicia.

A manera de resumen expresó que: “estos resultados muestran que el manejo de N es central, en especial en secuencias que incluyen una mayor proporción de gramíneas. La inclusión de leguminosas, ya sea para cosecha o como cultivo de cobertura, pueden amenguar este fuerte déficit y ser una herramienta más en la planificación de una intensificación sustentable de sistema”, concluyó.

Fuente: Prensa Aapresid